Un estudio desarrollado en ratones concluye que «el estrés crónico es un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de alzhéimer. Sara K. Bengtsson, de la Universidad Umea (Suiza), ha demostrado que el estrés prolongado, incrementa los esteroides en sangre, entre ellos la alopreganolona, una sustancia derivada de la progesterona que estudios anteriores vinculan con la ansiedad y la depresión.
«Esta sustancia (alopreganolona) acelera el desarrollo del alzhéimer en ratones, que además sufren un deterioro rápido de la capacidad de aprender y de la memoria cuando se incrementa esta sustancias», dijo la autora del estudio. Señaló informe21.com
Por otro lado, indicó que el incremento de esteroides aumenta los niveles de las proteínas beta-amiloides, propias del alzéhimer, que a su vez hacen que las sinapsis –la comunicación entre neuronas- funcionen inadecuadamente, tal y como expone Bengtsson en su tesis doctoral.