J.J Rendón, asesor de imagen y comunicación política, se ha convertido en el gurú de la magia negra de las campañas electorales, cada país que toca, cada candidato que guía, cada proceso comicial en el que participa queda marcado con su huella y normalmente sella su paso con sonoros éxitos, que no son ni negables, ni mucho menos pueden ser ignorados.
Rendón se ha convertido en un artífice de grandes triunfos políticos en América Latina, su nombre ya es vinculado al concepto de victoria política, pero también es relacionado con el lado más «oscuro» de las comunicaciones, pero ¿esto en verdad es malo?, permítanme responder con cierta falta de discreción, primeramente deseo aclarar que acusar a un asesor de «manipulador, macabro», entre otros epítetos parecidos, sería como llamar a un contador «ladrón» por ahorrarle unos centavos a su cliente que debió pagar más en impuestos, sería como llamar a un abogado inmoral por defender a capa y espada a un delincuente, narcotraficante o violador, sería como llamar a un doctor asesino cuando practica un aborto (que para mí es el mayor de los pecados), o la eutanasia, ¡entonces!, son ridículos estos señalamientos, y segundo muchos de los que juzgan a J.J. Rendón son las «víctimas» de sus buenas estrategias, entiéndase como sus derrotados.
Pero centremos más en el asunto de estas breves líneas, acaba de terminar una fugaz, pero movida campaña electoral en mi país, Venezuela, aquí observamos durante un poco más de 10 días, si contamos la precampaña, como el candidato del Gobierno, Nicolás Maduro botó por el inodoro más de un millón de votos que le dejó el finado Hugo Chávez, mientras que su contendor Henrique Capriles aumentó una barbaridad y definitivamente se sembró en la sociedad venezolana, pero ¿qué papel jugó J.J. Rendón en todo este período de campaña?
Tanto el asesor como Capriles nunca afirmaron, pero tampoco negaron, su posible trabajo en conjunto, a pesar que los voceros del régimen, desde el propio Nicolás Maduro pasando por el ministro de comunicación Ernesto Villegas y otro ex titular de ese despacho, Andrés Izarra, como por otros parlanchines voceros, «denunciaron» las «jugadas sucias» de Rendón en la campaña electoral, pero nadie lo ha corroborado como tal, pero lo que nosotros sí podemos afirmar es que éste por primera vez se ve tan cercano e inmerso en una contienda presidencial venezolana, por lo menos de los últimos años, y además es notorio el cambio, para bien, de la imagen de Capriles, tanto más en su manejo de expresión, contenido del mensaje político, como de su comunicación corporal, ¿obra de quién?.
Durante esta campaña J.J. Rendón habló de Capriles, atacó a Maduro, publicó encuestas, declaró a medios internacionales, tuiteó y tuiteó hasta el cansancio, es evidente su participación, por lo menos, su intención de colaborar con el abanderado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero más allá de esto a mi parecer muchas de las tácticas empleadas por el comando de la alternativa democrática venezolana llevan la firma de J.J. Rendón, como por ejemplo el «nombre de los enchufados» para caracterizar a la cúpula en el poder, el manejo impecable, desde la óptica comunicacional, sacándole el mejor provecho a las incontables pifias verbales de Maduro, entre otras cosas que observamos en la campaña lucen muy parecidas a las ideas que describen el trabajo de este consultor.
Lo cierto es que si J.J. Rendón en verdad participó como asesor de Capriles se le debe anotar otro éxito en su ya larga lista de victorias electorales, porque para nadie es un secreto, ni Venezuela ni en el Mundo, que Capriles ganó la contienda y eso lo saben los opositores al gobierno como los mismos seguidores del régimen quienes no celebran la «victoria pírrica de Maduro» porque la duda los corroe.
He tenido el placer primero de aprender de una gran profesora de manejo de Opinión Pública, Giovanna D’Cools, tuve la suerte de ver y analizar las estrategias y tácticas comunicacionales de Rafael Pastrano, otro gran estratega; hace mucho tiempo en mis primeros pininos en campañas siendo apenas un joven estudiante de quinto o sexto semestre de comunicación observé de cerca al mismísimo J.J. Rendón en una contienda regional en mi estado natal donde ejercí el papel de simple pasante (como es lógico él no se debe acordar de aquel muchachito, pero su servidor sí se recuerda muchas cosas vistas y vividas), y también tuve el agrado de trabajar al lado de un gran consultor como Rafael Cespedes; ante todo esto puedo afirmarles desde esta humilde tribuna que: la segunda campaña de Capriles fue impecable y diga lo que diga el Consejo Nacional Electoral (CNE) el pueblo venezolano sabe que él ganó, y aquí podemos ver lo importante e indispensable del buen manejo y de la buena asesoría comunicacional para poder construir la diferencia, pero incluso siendo esta excelente si el asesorado es «malo» ni que resucite Goebbels podrá ganar.
José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano