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Los desempleados en Panamá como consecuencia de la parálisis económica por Covid-19, podrían sobrepasar el millón sumado los mercados laborales formal e informal.
La tasa de paro en Panamá llegaría entre 14 y 20 por ciento, confirmó a la prensa Doris Zapata, ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), quien pronosticó que alrededor de 100 mil empresas podrían suspender los contratos de empleados y acogerse a la legislación de emergencia emitida al respecto.
Un decreto ejecutivo del pasado 20 de marzo, estableció que los contratos de los trabajadores de empresas que cerraron como parte de las medidas preventivas del gobierno se consideran suspendidos, pero tanto estos como aquellos cuya ejecución le impida continuar, el Mitradel debe confirmar ese estatus.
Esto deja sin ingresos a los empleados, aunque no pierden su vínculo cuando el país reabra la economía y mientras, el Estado los ayudará mediante el programa Panamá Solidario y les entrega un bono de 80 dólares como auxilio para alimentos y medicinas, además, aunque no aportan a la Caja del Seguro Social, reciben atención médica gratuita en esa institución.
El último parte del regulador laboral informó que más de 91 mil trabajadores están en esa situación, mientras que diariamente la institución recibe alrededor de tres mil nuevas solicitudes de los empresarios, cuya situación financiera les impide continuar las labores, cifra que se sumó a los más de 146 mil parados antes de la crisis sanitaria.
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A este monto se unieron unos 716 mil que laboraban en la informalidad, principalmente dedicados a la llamada ‘buhonería’ (revendedor de baratijas) y la venta callera de alimentos elaborados, comidas rápidas, confituras, helados bebidas no alcohólicas y frutas, entre otros, que detuvieron totalmente tales actividades comerciales.
Cifras oficiales señalaron que entre 2011 y 2019 tres de cada cuatro nuevos empleos creados correspondieron a la informalidad, que solo en los sectores industrial y de servicio representó el 43,6 por ciento del mercado laboral (679 mil personas), sin incluir actividades agropecuarias y las extractivas.
El primer golpe de la pandemia lo recibió este sector con el temprano cierre de las escuelas y las posteriores paralizaciones de oficinas, centros comerciales, eventos y otros de concentración masiva; posteriormente la cuarentena total dio el tiro de gracia a esa modalidad, la cual tendrá que reinventarse por obligadas medidas sanitarias post-pandemia.
La situación más grave la tiene la norteña provincia de Colón, que a finales de 2019 registró 12 por ciento de desempleados, seguidos de Panamá Oeste (8,3) y la capital (8,2), lo que se corresponde con las mayores concentraciones de población.
En la ola del actual paro, jóvenes y mujeres tienen la peor parte, porque de antes arrastraban una situación crítica, que el especialista en el mercado laboral, René Quevedo, lo vinculó a la mala educación en el caso de los de menos edad, en declaraciones al diario La Estrella de Panamá.
