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“Se equivocaron en absoluto los sociólogos pesimistas…Somos un pueblo que puede ser gobernado impersonalmente, no por régulos imperiosos, no por gente despótica, sino por hombres que en la gestión de la cosa pública actúen apegados a textos legales”… ¡Qué vigente esta frase!
Don Rómulo Betancourt, esbozó este planteamiento en medio de una conferencia en el Instituto Pedagógico de Caracas un 29 de diciembre de 1945.
Hoy cuando los acciondemocratistas sumamos un año más de vida, luchando por una Venezuela de “Pan, Tierra y Trabajo”, tenemos que recordar al gran arquitecto y constructor de la democracia venezolana.
A nuestros 73 años de historia los adecos de todos los rincones del país tenemos que enarbolar nuevamente las banderas blancas del combate y retornar la senda democratizadora que una vez transitamos con éxito notable.
El padre de la democracia, Don Rómulo, el hombre de la pipa, dejó una huella imborrable en los anales de la historia patria y ese rastro imperecedero se escribe solamente con dos letras: AD.
¿Errores? Claro que hemos cometido a lo largo de más de siete décadas de trabajo social por Venezuela y por los venezolanos, este partido nacido de las entrañas mismas de la nacionalidad está constituidos por hombres y mujeres y como tales hemos acertado y errado. Sólo Dios es perfecto.
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Durante estos años los adecos han demostrado su amor inagotable hacia Venezuela y la libertad, fueron la sangre adeca de Alberto Carnevali, Leonardo Ruiz Pineda, Antonio Pinto Salinas, las que regaron los campos de la Venezuela oprimida por el régimen dictatorial.
Fuimos, somos y siempre seremos el partido de la clase obrera, de los campesinos, de los sectores medios de la población, un movimiento de masas policlasista, democrático, y siempre combativo.
Con honor militante, con sentimiento sereno y firme, sigo firme en mis convicciones socialdemócratas, en mi participación como un militante más del eterno partido del pueblo, ese que se mantiene al lado de los que menos tienen y que lucha por ellos.
Nunca venderemos nuestros ideales, nuestro perenne compromiso con el pueblo y con el futuro de éste; jamás doblegaremos las rodillas ante los ataques indiscriminados de los enemigos de la libertad y de los pichones de dictadores.
“La gran consigna que esta noche histórica de la nueva Venezuela dejamos sembrada en la conciencia del país: elecciones generales, presididas por un gobierno provisional, a fin de que mediante el sistema de sufragio directo, universal y secreto, el pueblo venezolano pueda escoger a un Presidente de la República y a un Poder Legislativo que sean auténticos depositarios de la soberanía de la Nación.” Betancourt durante el Mitin del Nuevo Circo de Caracas el 17 de octubre de 1945.
Con más vigencia que nunca los principios programáticos de AD está presentes y en total sintonía con los anhelos de los venezolanos que no desean vivir arrodillados ante un totalitarismo degradante y mezquino.
Los adecos estamos en pie, estamos en la calle, en los barrios y en los caseríos, AD es un partido que late en el corazón de millones de venezolanos que hoy repiten sin cesar que con “los adecos se vivía mejor”.
Miramos hacia atrás y admitimos lo bueno y lo malo.
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La historia y el pueblo ponderarán nuestra vida como organización de forma positiva y lo más importante de todo es que en los próximos 70 años este partido tendrá más vida, más lucha y compromiso con todos y cada uno de los venezolanos.
¡Ahora es que hay AD por delante! Ahora, más que nunca, es que tenemos que seguir el ejemplo de Don Rómulo y repetir lo que él sentenció proféticamente: We will come back (Volveremos).
Por Antonio Barreto Sira