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Con su vestido rojo y su manto azul lleno de estrellas, desde lo más alto del retablo dorado de la iglesia, la Virgen del Amparo plasmada en un antiguo óleo nos espera a todos para arroparnos con sus bendiciones y ahondar en nuestros corazones el arraigo de la fe y la esperanza.
No es muy grande pero si muy acogedor el templo de dos aguas edificado hace cuatro siglos por las misiones españolas, que sirve de posada de lujo a La Virgen del Amparo, patrona de Pozuelos, hoy convertido en Santuario Mariano Diocesano Nuestra Señora del Amparo.
De acuerdo con la leyenda, la imagen de la virgen fue traída desde España en un barco que atracó en la hoy conocida Bahía de Pozuelos. Dicen que fueron los indígenas habitantes del lugar quienes la agarraron para traerla al templo, que aún cuando ha sido remozado en varias oportunidades clama por algunas reparaciones en su estructura externa, y por la conclusión del salón parroquial.
El techo y las columnas de madera así como todo su interior se aprecian muy bien cuidados gracias a la incansable y desinteresada labor de varias personas que dedican todo su esfuerzo a la conservación del recinto espiritual.
Los festejos comienzan días antes realizando novenas, misas, rosarios, paseando con la efigie de la virgen en caravana de carros, invitando a todos los moradores y feligreses a acompañarla, pero es el 8 de Noviembre cuando se celebra el día de esta otra grande de las advocaciones marianas.
Los actos litúrgicos inician con la misa, a las 10 de la mañana, para luego salir en procesión por los alrededores cruzando las calles Mariño, Colegio y Comercio de Pozuelos arriba. En algunas ocasiones es paseada un poco mas abajo ya sea por la Avenida Principal o la calle Pinto Salinas.
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Después de esos actos los habitantes de esta localidad festejan popularmente debido a que el mismo día de su Santa Patrona se celebra la Fundación de Pozuelos, llamado anteriormente Anaofra (Agua de Lluvia) por los aborígenes Guanires, Palenques y Píritus, primeros moradores del territorio.
Se dice que los españoles le cambiaron el nombre debido a los pocitos, o pequeños pozos de agua cristalina que allí se formaban, en los cuales ellos calmaban la sed a su paso por estos lares, llenando sus cantimploras y dándoles también de beber a sus animales.
Cantándole Cumpleaños Feliz e invitando a grupos musicales de renombre, estará muy contenta la comunidad de esta localidad histórico-religiosa del estado Anzoátegui que arribará a 442 años de fundación.
Salve Virgen.
Por Gliceria Gil / @glimargica