Marlène Schiappa, autora de «Osez… l’amour des rondes» (Atrévete… a amar a las rellenitas). Esta joven, que asume su talla 42, nombra a las mujeres con curvas reinas de la sensualidad. Una opinión compartida por muchos como lo prueba el éxito de la cantante Juliette Katz y de la modelo Tara Lynn. Seductoras, divertidas y sexys, las rellenitas encarnan las fantasías masculinas. Aquí te presentamos tres pruebas que lo demuestran.
1 – A ellos les encanta su lado maternal
Los hombres ven las curvas como un elemento de confianza. Si les preguntamos las razones, nos confesarán que se pirran por «ese lado maternal». Una mujer entrada en carnes les evoca a alguien que les ofrecerá atenciones y cuidados. Las mujeres con curvas les dan más seguridad, son algo así como una promesa de generosidad, de desinterés, de compartirlo todo.
¿Lo más erótico? Hoy en día, sabemos que los hombres son frágiles. El profesor Costa plantea este debate en su libro. Su virilidad, además de símbolo de poder, es también su punto débil. Tras una dura jornada de trabajo y con una acechante presión económica, los hombres se ven a veces desorientados por sus (a menudo) vengativas mujeres. Esto conlleva para ellos un aumento de la ansiedad así como un freno sexual «muy» importante. El efecto tranquilizador que emana de las rellenitas actúa como un verdadero afrodisiaco. Tras una acogida calurosa y con la seguridad de ser aceptado tal y como es, cualquier hombre puede revelarse como el mejor de los amantes.
2 – Locos por sus curvas, símbolo del ideal femenino
¿Te has fijado en cómo un hombre evoca a la mujer que le gusta? Lo primero que hará será dibujar sus curvas en el aire. Curvas generosas que despiertan todas sus fantasías. Los hombres no suelen fijarse en mujeres escuálidas como Kate Moss o Keira Knightley. Sin embargo, aquellas más entradas en carnes como Marylin Monroe, Monica Bellucci o Laetitia Casta son con frecuencia objetos de deseo.
¿Lo más erótico? Los escotes y traseros generosos, una barriguita y unos muslos redondeados atraen tanto las manos masculinas como la boca. Los términos asociados a la gordura como generosa o robusta son promesas que invitan a mordisquear, a acariciar… La voluptuosidad, al igual que la sensualidad, asociadas normalmente a las mujeres con curvas, van de la mano del placer. Es como una metáfora, mordisquear una mujer rellenita es como hincar los dientes en una fruta madura, la boca y todo el cuerpo se llena de sensaciones…
3 – Les encanta su peculiar carácter
El hombre asocia inconscientemente las mujeres con curvas a Epicuro, dotándolas de una debilidad por las fiestas. Su carácter risueño concuerda asimismo con una visión dionisíaca de la vida, donde el placer es la fuerza dominante. Más despreocupadas que sus semejantes más delgadas siempre pensando en las dietas. Redondear los ángulos es casi tan difícil como marcarlos.
¿Lo más erótico? Las mujeres regorditas son una verdadera invitación a la fiesta, a una relación carnal donde el placer está asegurado. Las mujeres con curvas, menos obsesionadas por su imagen y más centradas en sus sensaciones, desprenden una sensualidad jovial y generosa. Además, los juegos con comida están autorizados con sus múltiples variantes eróticas.
Cómo sacar provecho a tus curvas
«Seas más o menos rellenita, ante todo eres una mujer», recuerda Marlène Schiappa. No caigas en el tópico de «gordita simpática» y desmárcate. ¡Despertar el deseo no se improvisa, hay que aplicarse! «Te acabas acostumbrando a tu talla. No sirve de nada intentar aparentar una talla menos o esconderse detrás de una ropa demasiado amplia».
Sé astuta y focaliza esa parte de tu cuerpo que te gusta especialmente. Los pechos, el trasero… pero de forma sutil. Puedes también potenciar el todo con una manicura cuidada así como con pequeños detalles en lugares clave (canalillo, escote, ombligo) que hagan que se le vaya la vista.
Por último, bajo las sábanas, apuesta por el romanticismo como estrategia… luz tamizada, velas, etc.
Fuente [Tendencias.yahoo.com]