Britney Spears, una de las cantantes con mayor capacidad para acumular portadas sin estar sobre un escenario, parece que por fin sienta la cabeza. Spears quiere dar un cambio radical, y el primer paso es recuperar el control sobre su gran fortuna, una suma que no se conoce con exactitud, pero que se presupone muy elevada.
La cantante pop tiene su patrimonio bajo la tutela de su padre, Jamie Spears, quien también se encarga de cuidar de ella. Para poder volver a manejar su riqueza, tiene que demostrar que está en plenas condiciones psíquicas.
Un pasado turbio
En 2007 empezó el descenso a los infiernos de Spears. Una serie de sucesos donde las salidas nocturnas, su descuidada imagen personal, el consumo de sustancias nocivas y la entrada y salida en clínicas de rehabilitación empezaron a formar parte de su vida cotidiana.
Las consecuencias no se hicieron esperar y le fue retirada la custodia de sus hijos y sus ganancias pasaron a ser administradas por su padre.
Pero cinco años después, la estrella quiere cambiar, y una fuente cercana a la familia ha realizado unas declaraciones en el portal estadounidense Radar Online, donde afirman que "Britney quiere poner fin a la tutela y no entiende por qué se está alargando tanto. Está preparada para volver a retomar las riendas de su vida".
Para poder volver a tomar el mando, Spears habría presentado los informes médicos necesarios, pero "los médicos piensan que todavía no está preparada para volver a gestionar su patrimonio ya que su situación mental sigue siendo muy complicada", añade la fuente en Radar Online.
Europa Press