Hace unos días un campesino de nombre Li Kai, que reside en las inmediaciones del Río Amarillo, salió muy temprano en la mañana a revisar una cerca eléctrica que recién había instalado para evitar que los conejos entraran a sus sembradíos. De pronto notó que su bicicleta proyectaba una sombra extraña, causada por una luz que no era la del sol que aún no salía. Cuando miró hacia el cielo, el hombre se encontró con algo inesperado y desconocido.
Un objeto no identificado como un OVNI estaba suspendido sobre la orilla del Río Amarillo. No sé cómo llegó mi bicicleta debajo de ese platillo volador. Entonces cinco aliens descendieron uno después de otro.
Según el relato del hombre, apenas vio a estos seres comenzó a arrojarles piedras con la esperanza de que le devolvieran su bicicleta. Los extraterrestres comenzaron entonces a perseguirlo, solo que uno de ellos quedó atrapado en la cerca electrificada. Ante esto, los demás huyeron.
Kai llevó el cadáver chamuscado del alienígena a su casa, lo puso en hielo y llamó a la policía. Junto con los oficiales llegaron también agentes del gobierno que examinaron por varias noches el lugar de los hechos y de pronto ellos también desaparecieron, ningún aviso de por medio.
Varios días después de que la historia se hizo pública, Kai confesó que todo había sido una broma, y el gobierno chino apoyó esta versión calificándola como un hoax, un montaje mediático protagonizado por un cuerpo de goma. Pero conociendo la fama manipuladora y censora de las autoridades chinas, la duda permanece.
Fuente: Pijamasurf