Cuando una adquisición es demasiado importante desde el punto de vista financiero o bien por el tamaño de las compañías involucradas, es normal que despierte críticas y la mirada inquisidora de las autoridades. Lo hemos estado viendo con la adquisición de Motorola por parte de Google, pero también Microsoft puede sufrir lo mismo con su adquisición de Skype.
En este caso debido a la demanda presentada por Cisco Systems, cuyo vicepresidente senior de Video y Colaboración ha manifestado que no entiende como es posible que no se hayan impuesto condiciones a la empresa de Redmond al momento de la compra, y solicita a la Unión Europea que vuelva a analizar el acuerdo.
Marthin de Beer, el directivo en cuestión, basa su reclamo en el hecho de que Skype no es compatible con dispositivos de llamadas en vídeo y audio que emplean tecnologías estándar en la industria, como es el caso de productos de Cisco Systems.
La compañía, que cuenta además con el apoyo de Messagenet -un servicio italiano de llamadas IP que se ha unido a su recurso- ha dejado claro que no están en contra de la fusión pero no comprenden que no se hayan impuesto determinadas condiciones de interoperabilidad a Microsoft, y de Beer ha recordado que en su momento Cisco intentó llegar a un acuerdo con Microsoft para que sus dispositivos para videoconferencias pudieran ser compatibles con Skype, pero las negociaciondes no llegaron a buen puerto.
Microsoft no ha querido demorar su respuesta, y han recordado que cuando la Comisión Europea realizó la minuciosa investigación de la adquisición, Cisco formó parte activa en la misma y luego aprobó la decisión (que constaba de 36 páginas) sin objetarle nada.
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