Ciudadanos por la Unidad «El tiempo de la rectificación» Por @germangmonagas

Lo que debió ser un año para la alta política opositora, hasta ahora ha tenido unos resultados poco alentadores, en tan sólo ocho meses se ha materializado parte del sueño del Chavista; una oposición dividida con un sentimiento de frustración que no logra quitarse de arriba. Si el éxito se mide por los resultados; “La Salida” termino dividiendo a la MUD, sacando a Ramón Guillermo Aveledo y lo más grave con un número de muertos, heridos y presos que no poden dejarse a un lado, a la hora de hacer en el balance. La política de sectores opositores, ignorando que las decisiones tomadas por la Mesa de la Unidad no eran de su Secretario Ejecutivo, sino por decisiones consensuadas, han traído consigo peligrosas consecuencias que amenazan seriamente la continuidad de la alianza opositora.

Es importante comprender que la MUD no es un partido político, es una coalición de partidos donde conviven visiones, ideologías, intereses y expectativas diferentes, sin embargo, mediante una relación de pura cooperación tienen un objetivo común: llegar al democráticamente y electoralmente al poder.

En este tipo de coaliciones no hay una receta perfecta, siempre habrá problemas y diferencias que son normales y necesarias para lograr  una sola voz. La dirigencia política opositora debe actuar responsablemente y entender el momento histórico al que se enfrenta; entender la necesidad de recomponer la UNIDAD en función del país y no de los intereses particulares de cada uno de los partidos y personalidades que la componen.

Desde el 2010 hemos logrado la conquista de estructuras de poder desmantelando paulatinamente al PSUV pero uno de los principales errores de la oposición es la de dar un paso adelante y dos hacia atrás, no hemos sabido valorar los avances que hemos tenido, y cuando la molestia y el “ guayabo “ nos llega, pues cedemos todos los espacios al adversario, como en las parlamentarias del 2005 ( Diputados que eligieron a los actuales rectores del CNE y magistrados del TSJ ) y en las elecciones de gobernadores en el 2012, donde pasamos de tener las gobernaciones más importantes del país, a solo quedarnos con tres. La participación es y debe ser continua, puesto que las estructuras de poder se construyen desde las bases, no sólo nos enfrentamos al partido del gobierno, sino al aparato Estatal, por lo que es vital contar con espacios para la lucha.

La UNIDAD tiene retos con el país;  cómo colocar la cooperación por encima de la competencia y realizar un proyecto político consensuado que permita no solo cambiar de régimen sino lograrlo de manera duradera, garantizando así la gobernabilidad del país.

Los ciudadanos debemos hacer un llamado a la UNIDAD. Tenemos que trabajar duro en fortalecer e incorporar a las organizaciones de la sociedad civil  que juntos con los partidos sean capaces de articular un proyecto incluyente que sea capaz de recuperar la esperanza.

Nuestros partidos tienen que entender el reclamo que la sociedad les hace en este momento; tienen que abrirse, escuchar y actuar AHORA. La UNIDAD debe trascender del plano electoral y generar mecanismos de acompañamiento al pueblo Venezolano que está pasando por los momentos más oscuros de su historia.

Sería un grave error desechar a la Mesa de la Unidad, un retroceso que la historia no le perdonará a la dirigencia.  Creo firmemente que si bien hay cosas que corregir, pues  la alianza se estaba estancando en una dinámica de inacción ante los acontecimientos nacionales, en el firme compromiso de los ciudadanos democráticos del país, que somos capaces de entender las diferencias, corregir los errores y avanzar en un renovado movimiento de UNIDAD. Sólo unidos podremos lograr el cambio que Venezuela necesita, el progreso que tanto anhelamos, el regreso de nuestros exiliados y la libertad de nuestros presos políticos. ¡UNIDAD!.

Por Germán González Monagas