En Cadena Nacional de Radio y TV, hace dos semanas atrás, el   
Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, anunció la creación de    
un Comando Antigolpe. Según el Jefe de Estado, ese Comando tendría por    
finalidad activar todos los mecanismos legales y constitucionales para    
contrarrestar un supuesto Golpe de Estado que, según él, estaría    
siendo organizado y preparado por sectores de la oposición democrática    
venezolana.    
El anuncio de la creación del denominado Comando Antigolpe fue hecho    
durante la celebración de los actos del 11 de abril, pero hasta la    
fecha, nadie sabe exactamente quienes lo conforman, cuáles son sus    
tareas, y sus verdaderos propósitos.    
Desde que asumió el poder, en 1999, el Presidente Hugo Chávez se    
propuso una tarea: quitarse de encima la fama de golpista, que ganó    
con sobrados méritos después del fracasado golpe de estado del 4 de    
febrero de 1992. Chávez, todo el mundo lo sabe, comandó un Golpe de    
Estado, junto con un grupo de oficiales del Ejército venezolano,    
contra un Presidente legítimamente electo. Y no sólo eso, sino que    
varios meses después, en Noviembre de ese mismo año, apoyó un segundo    
golpe de estado, que por cierto, también fracasó.    
De manera que, hasta donde se sabe, el más experimentado golpista    
convicto y confeso que existe en toda Venezuela, que incurrió en dos    
ocasiones en el mismo delito, y que logró zafarse del brazo de la    
justicia, gracias al sobreseimiento que le fue otorgado por el ex    
presidente Rafael Caldera, es precisamente Hugo Chávez Frías.    
Resulta por lo tanto risible, y hasta tragicómico, que sea    
precisamente el golpista mayor, el hombre que tiene maestría,    
doctorados, diplomados y especializaciones en dar Golpes de Estado    
contra la Constitución y las leyes, el que le anuncie al país, con    
bombos y platillos, la conformación de un Comando Antigolpe.    
Decía mi papá, a quien Dios tenga en la Gloria, que en política, al    
igual que en el dominó, juego seguro no se tranca. Las fuerzas    
democráticas venezolanas tienen hoy por hoy, la gran oportunidad de    
recuperar el poder por la vía democrática, mediante las elecciones del    
7 de octubre de este año. La Mesa de la Unidad Democrática tiene desde    
el 12 de febrero un gran candidato presidencial, un equipo de trabajo    
armado y consolidado en todo el territorio nacional y un programa de    
gobierno que busca la reconstrucción y la reunificación del país.    
Eso quiere decir que si algún sector del país no tiene razones para    
estar buscando trochas o caminos verde oliva es precisamente el que se    
encuentra aglutinado en torno a la MUD. Mientras el candidato    
presidencial de la MUD recorre el país todos los días, caminando y    
tocando la mano a decenas de miles de venezolanos en los sectores más    
humildes y abandonados de Venezuela, el candidato del gobierno se la    
pasa en Cuba, gastando 12 millones de dólares en su tratamiento    
médico, mandando mensajitos vía twitter, y tratando de apagar el    
candelero que tiene prendido en el PSUV, donde Maduro, Cabello, Jaua,    
Ramírez y Adán, se caen a carajazos para ver quién será el sustituto    
del Jefe de Estado.    
En la MUD hay un solo plan: ganar las elecciones el 7 de octubre. Todo    
lo demás, incluyendo las legítimas aspiraciones de Gobernadores y    
alcaldes, pasa a un segundo plano. En el PSUV, por el contrario, la    
pelea es a cuchillo. Wilmar Castro Soteldo y Jesse Chacón han sido los    
únicos dentro del oficialismo que han sido capaces de plantear el    
verdadero drama que carcome a los oficialistas por dentro: necesitan    
urgentemente un plan B y hasta un plan C porque Hugo Chávez no puede    
ser candidato.    
De manera que si algún sector del país pudiera estar pensando en un    
golpe de estado (en un autogolpe más bien) es precisamente el    
gobierno, que se sabe perdido el 7 de octubre porque su candidato    
presidencial no puede ser candidato. Es preciso recordar aquí que    
ningún Golpe de estado se da sin el apoyo de los militares y con    
suficientes armas de fuego. Y hasta donde se sabe, el Alto Mando    
Militar es chavista y las armas las tiene el gobierno, no la    
oposición.    
Eso quiere decir, que el Comando Antigolpe anunciado con bombos y    
platillos por Hugo Chávez, pareciera más bien ser un Comando    
Autogolpe, cuya misión verdadera pudiera ser la de crear las    
condiciones para buscar una salida fuera de la constitución en caso de    
que el Comandante Presidente tenga que anunciarle al país que hasta    
aquí lo trajo el río.    
Las fuerzas democráticas venezolanas deben estar alertas. Ya lo dijo    
Castro Soteldo: el chavismo tiene 3 escenarios: 1) elecciones con    
Chávez 2) elecciones sin Chávez y 3) suspender las elecciones. Es    
precisamente en ese último escenario donde entra a jugar al Comando    
Autogolpe. No caigamos en provocaciones. Pero tampoco hagamos el papel    
de pendejos. El autogolpe es la última carta que se juega el chavismo    
para no entregar el poder.
Por Gustavo Azocar A. / @GustavoAzocarA
