Asadas, fritas o al horno las papas resultan económicas, ricas y aptas para acompañar y engalanar cualquier comida: desde las más humildes hasta aquellas que habitan las cocinas de embajadas y palacios.
Pero cocinarlas bien es otro tema: pueden romperse con facilidad, quedar demasiado húmedas al freírse o pegarse a la bandeja al asarlas.
Por eso aquí dejo algunas ideas para que tus papas sean sabrosas y nunca se arruinen.
Elegir papas de buena calidad
Si tu verdulero amigo te lo permite corta una papa a la mitad y simula volver a unir ambas mitades.
Si éstas tienden a pegarse y a oponer cierta resistencia al querer separarlas, cómpralas tranquila, pues son de buena calidad.
Papas fritas bien secas y crocantes
El secreto es colocarlas a freír en una sartén con aceite bien caliente. ¿Sabías que si sobran se pueden guardar en el freezer en una bolsa de poliestireno?
Al descongelarlas estarán realmente húmedas e incomibles, pero si se las fríe durante unos instantes recuperan su estado natural: atractivas, crocantes y sabrosas.
Papas para ensalada blandas pero firmes
No se deben hervir demasiado ni cortar muy pequeñas. Más aún, hay que retirarlas del fuego cuando estén casi listas y dejar que se sigan cociendo con el calor del agua caliente.
Hervirlas con un poco de sal y vinagre también evitará que se deshagan y se abran en medio de la ensalada.
Croquetas de papa bien firmes
Lo mejor es hervirlas con cáscara hasta que estén cocidas pero firmes. Si fueran una pasta italiana podríamos decir que están “al dente”.
Al cocinarse con su cáscara retendrán menos agua y más almidón, lo que facilitará dar una forma perfecta a tus croquetas.
Seguramente tendrás tus propios tips para cocinar papas perfectas y también ricas recetas. Pero por las dudas te dejo esta receta de papas bravas.
Fuente: [imujer.com]