Aunque creemos conocernos a nosotros mismos, hay muchas cosas que no sabemos sobre nuestro cuerpo. El complejo sistema que conforma nuestro organismo tiene una infinidad de características, procesos y detalles que se nos escapan. Por ello, es necesario hacer un repaso de algunas cosas que no conoces sobre el cuerpo humano.
10. Tu estómago es inteligente
Tu estómago tiene tiene un número enorme de neuronas, y por esto se lo llama el segundo cerebro. Muchos animales ni siquiera tienen tantas neuronas en su propio cerebro. El estómago piensa por sí mismo, haciendo la digestión aunque no estés pensado en ello. También tiene que ver con muchas reacciones de nuestro cuerpo, por ejemplo, sentirnos nerviosos, cansados o irritados después de una comida muy grande o cuando pasamos mucha hambre. Si tenemos en cuenta esto, podemos considerar que nuestro estómago es inteligente.
9. Eres tan peludo como un chimpancé
Aunque el pelo humano es más corto y fino está en todo el cuerpo, lo que nos hace tener la misma cantidad de pelo que los otros primates. A simple vista parece que somos mucho menos peludos, sin embargo, por cada centímetro de nuestro cuerpo tenemos entre 500 y 1000 folículos, tantos como un chimpancé.
8. Eres un milagro
Esto no parece muy creíble, pero si nos ponemos a analizar el complejo proceso por el cual se forma nuestro cuerpo puede ser algo parecido a un milagro. Aunque todos comenzamos siendo una bola de células del mismo tamaño, nos vamos complejizando, se forman los ojos, la boca, los órganos, de manera diferente en cada uno. Hay que darle crédito a este proceso, aunque no parezca milagroso.
7. Estás formado por virus
El proyecto Genoma Humano descubrió que gran parte de nuestro ADN se formó gracias a losvirus. Los virus no pueden reproducirse por sí solos, por lo que se alojaron en otras células, en muchos casos espermatozoides. El ser humano resultante tendrá por tanto virus en sus células, y esto ha pasado tan seguido que nuestro genoma está derivado en un 9% de ellos.
6. No te puedes hacer cosquillas a ti mismo
Parte del misterio de las cosquillas es que nuestro cuerpo no sabe qué esperar y por eso nos reímos de manera nerviosa. Sin embargo, no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos, debido a que nuestro cerebro está preparado y sabe qué esperar. Las cosquillas son una manera de unir a las personas, y, aunque a muchos no les gustan, es imposible no sentirlas ante el contacto con otro ser humano que quiere causarlas.
5. Tu cuerpo es más joven que tú
El cuerpo está cambiando constantemente, y no es el mismo al nacer que cuando crecemos. Los órganos cambian sus células y composición, lo que nos plantea la idea de que no es el mismo ahora que hace años. Por tanto nuestro cuerpo siempre va a ser más joven que el tiempo que vivimos.
4. Eres en parte ciego
Ambos ojos tienen un punto ciego, que impide ver. Pero como el rango de visión es amplio, no afectan demasiado en la vida diaria. Es un problema cuando tenemos dificultad para ver en un ojo, porque en ese caso el punto ciego comienza a influir. Si tus dos ojos funcionan bien, es probable que no notes la diferencia.
3. Puedes contar inconscientemente
Cuando estamos frente a un grupo de hasta 4 objetos, sabemos exactamente cuántos hay aunque no los hayamos contado. Por ejemplo, la tribu brasilera Piraha no conoce los números y no saben contar, sin embargo cuando ven un grupo de objetos de hasta 4, saben exactamente cuántos hay.
2. Puede que no tengas libre albedrío
El experimento que terminó con la discusión fue realizado por Benjamin Libet. El paciente debía mover la mano cuando quisiera, y descubrió que el cerebro registraba un deseo de mover la mano aún antes que él lo pensara. Esto prueba que actuamos impulsivamente, antes de tomar una decisión. Sin embargo nos parece que actuamos por libertad propia debido a que lo racionalizamos luego de concretado. Por tanto, no tenemos libre albedrío, sino que son impulsos.
1. Tienes rayas en el cuerpo
Muchos mamíferos tienen rayas, como los gatos, por ejemplo, y tienen que ver con células que expresan distintos tipos de genes. Los humanos también las tenemos pero son invisibles. Estas rayas llamadas Líneas Blaschko pueden verse cuando una enfermedad afecta a un tipo de células pero no a las de otro tipo.
Nuestro cuerpo tiene todo tipo de comportamientos que escapan a nuestra comprensión y observación. Es así que no nos damos cuenta de todos estos fenómenos, y solamente los analizamos cuando nos hacen notarlos.
[Fuente: tienesquesaber.com]