Un estudio publicado por la Revista Atherosclerosis reseña que el consumo de huevo podría ser tan peligroso como fumar.
Comer yema de huevo acumula la placa que está constituida por el colesterol, la grasa, calcio y otras sustancias, más o menos dos tercios si se compara con el consumo de cigarrillos.
En el estudio, se obtuvo como conclusión que los pacientes que consumieron más de tres o dos huevos por semana comenzaron a tener problemas cardíacos y “en la regresión múltiple, el consumo de yema de huevo por año siguió siendo significativa después de ajustarle factores de riesgo coronario”.
Por lo tanto, el consumo de huevo en personas con riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares puede ser dañino. Sin embargo, si se mantiene una rutina de ejercicios el riesgo sería mucho menor.