¡El desastre! Famosas que se operan los glúteos y terminan peor (Fotos)

Miami es conocido por ser un lugar de playas, fiestas, clima excepcional y cuerpos esculturales, sin embargo, también es el lugar en donde operaba Oneal Ron Morris, un hombre que se identifica como mujer y que decía ser cirujano plástico.

Pero la realidad no es lo que parece, pues este hombre de 30 años fue detenido en un vecindario del noroeste de Miami, por practicar la medicina sin una licencia y causar daños físicos graves.

Morris fue arrestado luego de que la policía recibiera la denuncia de una supuesta víctima, quien asegura que en 2010 pagó 700 dólares por un tratamiento con inyecciones.

De acuerdo con lo publicado por el sitio de la BBC, la denunciante, que permanece en el anonimato, aspiraba obtener un trabajo en un club nocturno y por eso quería una figura más sinuosa.

De acuerdo con el reporte del arresto de Morris, presentado por la filial de la televisora NBC en Miami, la denunciante empezó a sentirse mal pocas horas después de haberse sometido al tratamiento con inyecciones y su puso "muy enferma".

Oneal Ron Morris

"Los puntos donde recibió las inyecciones estaban sangrando y había secreción de pus. La víctima sufrió desfiguramiento en sus nalgas y tuvo que someterse a varias transfusiones de sangre y múltiples cirugías", señala el reporte policial.

Al parecer, lo que Oneal le inyectó a su paciente fue una mezcla de pegamento ultra fuerte, reparador de neumáticos, aceite y cemento. Una vez que se dio a conocer la noticia salieron varios casos en donde otros pacientes alegan haber sufrido complicaciones después de que se sometieran a tratamientos similares.

Cabe señalar que este no es el único caso en donde la vida de los pacientes se ha puesto en riesgo por un mal tratamiento estético, por lo que en De10 te presentamos algunos de los más sonados.

Alejandra Guzmán. En el 2009, la cantante vivió una de las experiencias más complicadas de su vida, por culpa de Valentina de Albornoz, una supuesta cosmetóloga.

Esta mujer sometió a Guzmán a un tratamiento de glúteos, que la mandó al hospital, tras presentar una fuerte infección en la sangre y huesos; ocasionada por una sustancia tóxica que Albornoz le inyectó.

Cecy Gutiérrez. La conductora regiomontana llamó mucho la atención cuando participó en Big Brother, pues su trasero parecía de payaso de esquina: unos grandes glúteos mal proporcionados, producto de un mal implante.

Cristina Osorio Restrepo. Esta chica nunca pensó que por querer tener los glúteos más grandes, terminaría muerta.
En diciembre del 2008, se puso en manos de Elvia Yasmin Jiménez Charria, cosmetóloga y auxiliar de enfermería, quien se hacía pasar por doctora.
Así visitó el consultorio ubicado en la calle 19 con carrera 5 del centro de Pereira, Colombia, allí le inyectó silicona industrial en los glúteos, pero a los 3 días, se sintió muy mal, le dio un ataque de tos y perdió el conocimiento; al llegar a la clínica donde la atendieron, murió.

Claudia Aderotimi. Era una estudiante británica que se ganaba la vida como bailarina y había aparecido, esporádicamente, en algún vídeo musical. Quería tener un trasero más voluminoso, "para hacer más vídeos", y convertirse en "una estrella". Ese deseo por un trasero más curvilíneo la llevó a la muerte.
Aderotimi, que vivía en el norte de Londres, viajó a Filadelfia para someter sus glúteos a inyecciones de silicona, pero murió tras sufrir dolores en el pecho y problemas respiratorios desencadenados por la operación.

Por otro lado, el sitio victimasmalaestetica.com da algunos consejos de cómo prevenir las malas cirugías. Según expertos, en las intervenciones estéticas el peligro es muy alto si no se tienen en cuenta ciertas recomendaciones.

Quien se somete a una cirugía estética debe tener más que valor para soportar el dolor y las molestias del postoperatorio.

Lo ideal es que el paciente conozca los riesgos que corre, verifique las condiciones del lugar en donde se la va a practicar y no exponga demasiado su cuerpo.
Una estrella azul en el sitio donde se va a hacer la cirugía indica que está certificado por la Secretaría de Salud, sin embargo, hay otros requisitos que deben cumplir para funcionar. Las cirugías estéticas están catalogadas como ambulatorias dentro de la reglamentación, pero muchas de ellas exceden esta condición.
Para corregir la flexibilidad en la norma, la Secretaría Distrital de Salud alista una propuesta ante el Ministerio de la Protección Social para que no se realicen cirugías complejas en los lugares destinados a hacer operaciones menores y de esta forma reducir los riesgos para el paciente.

 

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