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El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció ayer su nuevo plan de seguridad en respuesta a las protestas por la desaparición de los 43 estudiantes en Guerrero. El mismo día, fueron hallados 11 cuerpos decapitados en este mismo estado.
Un enfrentamiento la noche del miércoles entre Los Rojos y Los Ardillos, dos grupos antagónicos del crimen organizado fue el origen de esta masacre. Los jóvenes fueron hallados decapitados y con signos de calcinación, en un camino entre los poblados de Chilapa de Álvarez y Ayahualulco, en Guerrero.
Peña Nieto anunció una serie de medidas orientadas a frenar la infiltración del crimen organizado en los municipios de todo el país. El presidente aseguró que centrará los esfuerzos en los estados con mayor debilidad institucional: Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas.
El lunes presentará al Congreso tres reformas constitucionales: eliminar la policía municipal y crear policías únicas en los 32 estados del país, ,combatir la infiltración del crimen organizado en las alcaldías y definir la competencia de cada autoridad en la lucha contra el delito.
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Las organizaciones civiles señalaron que las medidas anunciadas son «insuficientes» y «desesperadas», ya que llegan tarde y motivadas por la crisis desatada por la desaparición de 43 estudiantes.
«Son absolutamente cosméticas y desesperadas, están tratando de maquillar el cadáver que se ha vuelto el Estado», dijo el poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
«El problema es que el Estado está corrompido de pequeñas mafias, delincuentes, sindicatos clientelares, la pobredumbre que nos ha acompañado siempre» y por eso lo necesario es la «refundación del Estado», apuntó Sicilia.
Fuente [Tn.com.ar]