Investigadores en el Reino Unido están colocando dispositivos en colmenas en Escocia para registrar sonidos y temperaturas como parte de un proyecto que busca inspeccionar la salud de las abejas.
Los aparatos están dotados de un micrófono para grabar el zumbido de los insectos durante el trabajo y el descanso.
El proyecto ya ha aportado información sobre los sonidos que hacen las abejas en la coordinación de su trabajo.
Asimismo, está ayudando a averiguar qué factores ambientales están detrás de la disminución del número de abejas y otros polinizadores.
Procesadores y algoritmos
Utilizar un reproductor alternativo
El monitor colocado en las colmenas es una invención de Huw Evans, quien cambió su antigua profesión de ingeniero electrónico por la de apicultor.
Evans explica que su deseo de comprender mejor lo que ocurre dentro de una colonia surgió luego de varias malas experiencias sufridas con enjambres.
El experto conocía los trabajos realizados en la década de 1950 por el apicultor e ingeniero de sonido de la BBC Eddie Woods, quien creó un dispositivo que analizaba los sonidos producidos por las abejas en la colmena.
Woods concluyó que más del 90% de las inspecciones hechas por los apicultores en las colmenas fueron innecesarias, ya que en la mayoría de los casos los insectos no mostraban problemas de ningún tipo.
"Si podemos escuchar todo el sonido dentro de la colmena y diseccionarlo entenderemos mucho sobre la dinámica interna"
Huw Evans, ingeniero electrónico y apicultor.
Más bien, la irrupción de los apicultores lo que lograba era molestar a las abejas e interrumpir la producción de miel.
Para mejorar el proyecto, Woods produjo un dispositivo llamado apidictor que detectaba cuando las colmenas necesitaban ayuda por enfermedad de los insectos o agotamiento de las reservas.
La desventaja de usar el apidictor era que el apicultor todavía tenía que acercarse a la colmena e insertar el micrófono para escuchar el zumbido.
Ahora Evans actualizó el aparato utilizando modernos procesadores de señales digitales y algoritmos diseñados para reconocer varios tipos de zumbidos.
Una empresa llamada Arnia comercializa el dispositivo.
Unidad maestra
"Cada trabajo que hace una abeja dentro de la colmena produce un ruido ligeramente diferente", dijo Evans.
"Así que si podemos escuchar todo el sonido dentro de la colmena y diseccionarlo, entenderemos mucho sobre la dinámica interna".
El aparato se sirve de procesadores de señales digitales y algoritmos para reconocer zumbidos.
"El monitor puede dar una indicación de la fortaleza de la colmena, su aptitud de la colmena, y otras cosas parecidas".
El monitor es una caja plana negra del tamaño de un iPhone regular.
Los datos de temperatura y sonido que registra son enviados a una unidad separada que controla la información de varios monitores.
La unidad maestra envía la información que ha recibido de todos los otros monitores, además de información acumulada sobre la lluvia y temperatura ambiental, a un servidor a través de la red móvil.
Menos polinizadores
Durante el desarrollo del monitor, Evans ha ido mejorando las herramientas de análisis para diseccionar los zumbidos.
"Las abejas son muy importantes porque ellas y otros insectos polinizadores producen el 30% del alimento que consumimos"
Chris Connolly, de la Universidad de Dundee
Se espera que estos ayuden a los científicos a investigar los problemas que afectan a las abejas al indicarles lo que ocurre en una colmena antes de que sea aquejada por algún mal.
Evans está trabajando con la Asociación de Apicultores de Escocia, y los aparatos están ahora en unas 70 colmenas en toda la región.
Los datos están ayudando a una investigación de Chris Connolly, de la Universidad de Dundee, quien participa en un proyecto millonario que tiene como objetivo comprender qué está causando la disminución de las colonias de polinizadores.
"Las abejas son muy importantes porque ellas y otros insectos polinizadores producen el 30% del alimento que consumimos", manifiesta Connolly.
Comunicación
Evans explica: "Nos hemos dado cuenta de que las colonias enfermas emiten un sonido particular".
Sin embargo, "no hemos logrado determinar qué enfermedades originan qué tipos de sonidos. Estamos trabajo en eso".
El proyecto podría ayudar a combatir males ocasionados por ácaros y otras enfermedades que merman las colonias de abejas.
Además de ayudar a los apicultores, el trabajo de los monitores colocados en las colmenas podría dar muchos detalles sobre una faceta poco explorada de la vida de las abejas.
"Sabemos menos sobre la comunicación acústica en las abejas que sobre cualquier otro tipo de comunicación entre ellas", dijo Alexandros Papachristoforou, biólogo de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, en Grecia, quien estudia esos insectos.
"Los investigadores tienden a estudiar la comunicación visual o la comunicación química. No le prestan mucha atención al sonido", expresa.
El zumbido en la colmena lo genera el movimiento de las alas y el abdomen cuando los insectos hacen su trabajo en la colonia.
El sonido es relevante debido a que dentro de la colmena la visión no cuenta y las señales químicas demoran en propagarse.
"Es un enorme campo al que debemos prestar atención", dijo Papachristoforou.
Y vaticinó que del proyecto en Escocia "obtendremos una cantidad de hallazgos sorprendentes".