En CSI hacen pruebas de ADN como si hicieran palomitas en el microondas, pero la realidad es que extraer material genético de una muestra es un proceso caro, largo y que produce desechos tóxicos. La Universidad de Washington y una compañía llamada NanoFacture han desarrollado un dispositivo que reduce ese proceso a minutos y lo hace más ecológico.
Uno de los principales problemas hasta ahora era separar las moléculas de ADN del resto de materiales en fluidos como la sangre o la saliva para después secuenciar el ADN. Tradicionalmente, ese proceso se realiza en centrifugadoras en las que la muestra se mezcla con agentes químicos para separar el material genético. Informó Gizmodo.com
El dispositivo desarrollado por NanoFacture utiliza unas sondas microscópicas que se introducen en el fluido y le aplican una corriente eléctrica. Esa corriente hace que las partículas más pequeñas (el ADN) sean atraídas hacia la sonda mientras que las más grandes son repelidas hacia la superficie. El proceso tarda sólo dos o tres minutos y es preciso.
NanoFacture se ha unido al fabricante coreano KNR para comenzar a producir en serie este nuevo lector. El original es capaz de analizar cuatro muestras simultáneamente, pero NanoFacture ya ha adelantado que se puede ampliar para analizar hasta 96 muestras y enviar los datos directamente a una red informática. La máquina promete revolucionar campos como el diagnóstico médico, el control de enfermedades y, por supuesto, los métodos de investigación de Gil Grissom y su equipo.