Un proyecto desechado por la NASA hace cuatro años, enviar un barco de vela a Titán para estudiar sus numerosos mares y ríos, está siendo reconsiderado. Esta iniciativa, que costaba algo más de 300 millones de euros, era presentada por investigadores de Proxemy Research, Inc. en 2010 y se rechazó a favor del envío de la sonda Mars InSight.
Lo que valora la NASA actualmente de este proyecto es la alternativa que supone a los orbitadores que, en muchos casos, están teniendo problemas para estudiar algunas de las características de la luna de Saturno debido a su gruesa atmósfera.
La presentación de la misión Titan Mare Explorer (TIME) proponía su puesta en marcha en enero de 2015 y el barco haría puerto en Titan en junio de 2023. Dado que la superficie nublada y brumosa de Titán no deja pasar apenas luz solar, se sugería que el barco se alimentara de un generador de radioisótopos.
Estos tipos de motores, llamados motores Stirling -por su inventor, Robert Stirling- utilizan una fuente radiactiva, como el plutonio, para calentar un gas en una cámara. A medida que éste fluye a una cámara de frío, el flujo se convierte en energía mecánica con una tasa muy alta de eficiencia.
Otro de los retos de esta iniciativa era hacer la embarcación boyante, ya que el metano que forma los mares es un 45 por ciento más denso que el agua líquida. Los expertos apuntaban a un casco profundo y hueco que podría aumentar la velocidad del barco.
Además, el metano líquido tiene una ventaja: es mucho menos viscoso que el agua, un 8 por ciento. Esto significa que el velero de Titán sólo experimentaría alrededor del 26 por ciento de resistencia de fricción en relación a su equivalente terrestre.
Eso dejaría espacio para hacer el casco más profundo (importante para compensar la densidad que el anterior), y más largo (si se quiere una línea de flotación más larga), según han explicado los expertos a Space.com.
Por su parte, la vela en sí obtendría menos viento, en promedio, en Titán que en la Tierra. De acuerdo con los datos de Cassini deberían ser velocidades de unos 3 metros por segundo, aunque podría ser mayor en los lagos. En la Tierra sería de unos 6,6 metros por segundos de media.
Con datos aún que estudiar y con cifras especulativas sobre la mesa, los expertos valoran positivamente esta misión, que permitiría lograr un nuevo hito en el sector de la astronomía.
[Fuente: AP]