La primavera erótica de Japón (Fotos)

En el mundo, como todo, la cultura sexual se vive de diferentes maneras. En la India se escribió un libro que habla sobre el comportamiento sexual humano que hoy es conocido alrededor del planeta: el Kama Sutra; mientras que en occidente el sexo es un tema tabú.

Durante la prehistoria de Japón, la libertad sexual era parte de las creencias de los nipones, pues las basaban en la fertilidad, tanto de la Tierra como de los hombres. El sexo no era visto con vergüenza, ni de manera pecaminosa como se hace en otros lados. Y justo por eso es que las expresiones artísticas relacionadas con esta práctica eran comunes.

Una de esas manifestaciones es el Shunga, arte erótico nipón. La palabra significa "primavera" y se trata de placas de maderas con grabados impresos, explica pijamasurf.com. Al menos así lo fue a su inició, pues con el paso del tiempo se fueron incluyendo otras técnicas que daban el mismo resultado.

Las piezas generalmente son explícitas imágenes sexuales;  muchas de ellas caen en el surrealismo y algunos dicen que forman parte de un ero-idealismo radical. Incluso se le ha llamado "pornotopía",  pues se mezclaban atmósferas de la vida cotidiana con diferentes rutinas sexuales.

El primer shunga fechado data del año 1660; es un libro de un artista anónimo titulado Yoshiwara makura. En él se ilustran 48 posiciones sexuales y se hablaba de las mujeres que aparecían en él, desde dónde podrían ser localizadas hasta cuánto podrían cobrar por sus servicios.

Al poco tiempo de esa publicación, el Shunga tuvo su primer momento de auge, que se dio entre 1670 y 1680; el segundo llegó en 1711 y 1722. Después de eso pasaron 10 años en que éste cesó y en 1820, tuvo un tercer éxito.

Con el paso de los años muchas cosas fueron cambiando en Japón y se iniciaron reformas que establecieron nuevas regulaciones para todo lo que tuviera que ver con el tema sexual, desde la prostitución hasta la producción del material erótico.

Fue así como el Shunga terminó convirtiéndose en un arte tabú, pero no por eso dejó de ser importante para los nipones, pues tradicionalmente se le atribuían virtudes talismánicas; los samuráis cargaban con estas piezas para protección mientras participaban en combates, así como los soldados cargaban estampas durante la guerra y en negocios los utilizaban para alejar cualquier incendio.

Además de eso, hasta se puede decir que obviamente, los shungas eran utilizados como herramienta pornográfica para buscar auto placer. Era un medio para canalizar el deseo sexual sin tener que atravesar por los obstáculos morales, explica pijamasurf.com.

Aun así, shunga, a diferencia de la pornografía que conocemos en occidente, se trata de un trabajo estético que juega con la fantasía, donde los elementos artísticos no son parte de, sino que son el trabajo en sí. De ahí que esta labor que se originó hace muchos años, ha inspirado nuevas creaciones artísticas que hoy gozan de gran popularidad, como el animé, el manga y, por supuesto, el hentai.

Sin embargo, el proceso para nuevamente admitir al Shunga con un arte, más que como pornografía, es lento y aunque se  ha logrado que sea clasificado como arte erótico y no como pornografía, su admisión en la sociedad actual sigue teniendo obstáculos. Es por eso que, a pesar de que existen investigaciones sobre esta manifestación artística histórica, las exhibiciones siguen siendo reprimidas.

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