Las guarimbas venezolanas son el boom de los documentales

“Para la posteridad”. La idea que inspira a todo documentalista también justifica el querer registrar en video lo que ocurre en medio de los conflictos sociales actuales en Venezuela. En el país hay quien lo está haciendo de manera profesional.

Eliadys Sayalero, directora de la Escuela de Cine Documental de Caracas, asegura que, a pesar de que no están saliendo a grabar a las calles, están armando material con documental de archivo, bajo el género del found footage (o cine reciclado), “tomando videos subidos a YouTube, resguardándolos porque algunos los tumban rápido, e hilando una historia usando documentales espontáneos”, que son las grabaciones no profesionales que muestran sucesos y hasta declaraciones.

Para Liliane Blaser, directora de Cotrain y autora de un reconocido documental sobre el Caracazo en los años noventa (surgido de su interés por “salir a recoger lo que estaba pasando”), las situaciones han sido “tan violentas, de noche e inseguras” que es poco lo que se ha filmado, y por ello recurren a las redes: “Queremos armar un mediometraje con distintas fuentes, para contrastar narrativas y testimonios, porque Venezuela tiene que mirarse”.

En ambos casos, se complementa lo obtenido de terceros. “Lo importante es tener una buena curaduría para desechar lo que sea falso, por ejemplo, y estamos haciendo entrevistas porque no nos podemos quedar solo con Internet”, dice Blaser.

En la práctica. Un ejemplo de documental hecho con found footage es Crisis en Venezuela o cómo hacer huevos fritos, de 18 minutos, que ya supera en YouTube las 4 mil reproducciones, hecho por Braulio y Christian Jatar sobre las protestas.

“Hay unos chicos en Mérida que hicieron uno sobre el acoso a un conjunto residencial y terminó siendo muy profesional”, agrega Sayalero. Se trata de un nuevo lenguaje. “Es un fenómeno, una maravilla desde el punto de vista documental”, asevera

[Fuente: ultimasnoticias.com.ve]