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Han pasado 19 años desde que el narcotraficante colombiano Pablo Escobar fue abaleado por la policía. Sus propiedades fueron confiscadas por el gobierno y mientras que algunas han sido reutilizadas, muchas permanecen en el abandono. Ahora, gracias al fotógrafo Stefaan Beernaert, haremos un viaje a su antigua isla privada y veremos como el paraíso se desmorona
En medio de todo esto se encontraba uno de los hombres más poderosos de América del Sur, y quizás del mundo, Pablo Escobar, un experto en el tráfico ilícito de drogas.
La piscina se encuentra sin agua, una suave brisa agita las hojas de palma y el débil murmullo de las olas puede ser escuchado, aparte de eso, no hay sonido. Mirando a este entorno misterioso, pacífico y en ruina, es difícil imaginar las fiestas salvajes que alguna vez sacudieron esta base.
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Esta isla de aspecto discreto en la costa de Cartagena fue una vez el área de juego para millonarios narcotraficantes como Pablo Escobar. Es posible que la hayan utilizado para relajarse y desconectarse del estrés producido por dirigir organizaciones multinacionales del crimen, para entretener a sus amigos y aliados, o incluso a planear su próximo gran paso.
Parece que el fotógrafo Stefaan Beernaert sorprendió a alguien mientras estaba explorando. No estamos seguros de si este es el tipo de personajes que Escobar hubiera querido tener mientras estaba cerca, por otra parte, él tenía su propio zoológico en su mansión en Puerto Triunfo, Antioquia, así que quizás el capo del cártel de drogas habría permitido a este intruso vagar libremente por su propiedad.
Aunque edificios en ruinas como éstos son simples cáscaras de lo que eran, el cielo azul y las cálidas aguas azules han hecho de este un lugar perfecto para que cualquier mente criminal olvidara sus preocupaciones por un tiempo. Este paraíso debe haber sido muy distinto al humilde origen de Pablo Escobar en el barrio colombiano de Medellín.
Mirando el estado averiado de estas propiedades, es muy difícil imaginar la riqueza de los hombres que alguna vez vivieron allí. Pablo Escobar fue tan rico que los rumores dicen que las ratas comieron hasta mil millones de dólares de su dinero mientras se encontraba en su depósito Pero que significa mil millones de dólares cuando usted está haciendo un beneficio estimado de $20 mil millones al año?
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Desaprovechar las cosas es algo terrible, así que estamos contentos de ver que alguien está haciendo uso de esta linda choza azul en el agua, que fue alguna vez la ‘casa del guarda’, que ahora es ocupado por un invasor, ofrece una habitación con vista al mar envidiable.
Si usted fuera un capo rico sin escrúpulos, con qué materia exótico construiría su mansión? Para el dueño de esta villa fue el coral, pero los arrecifes de coral en estas aguas están protegidos, por lo que ser un conservador del medio ambiente no era una prioridad.
Aquí encontramos un patio tranquilo y agradable, con hermosos arcos blancos.
No creemos que este edificio se esté desmoronando, parece más bien que está incompleto, nos preguntamos que querían construir. Una casa de huéspedes? O una serie de salas de juegos? O quizás un deposito en mejores condiciones (libre de ratas) para sus ganancias mal habidas. En el momento de su muerte en 1993, Pablo Escobar se había convertido en uno de los hombres más ricos del mundo y controlaba un cartel de la droga que hacía negocios en toda América del Norte, del Sur y que posiblemente se extendía hasta Asia.
Puesto que las paredes y el piso son de baldosas, podemos suponer que se trataba de un cuarto de baño. Los azulejos mostrar un toque femenino, con un borde de flores en la parte superior, tal vez fueron elegidos por la esposa del señor de la droga. Escobar se casó con María Victoria cuando tenía 26 años y ella sólo tenía 15 años, el matrimonio duró hasta el fallecimiento de Escobar.
Las barras en las ventanas arqueadas eran sin duda superfluo. Usted tendría que ser bastante temerario para tratar de robar a un capo de la droga colombiano con ningún reparo en matar gente.
Al verlo en ese estado, es difícil imaginar el estado anterior de lujo de la propiedad. Se dice que Escobar gastó $2,500 al mes en las bandas de goma para mantener sus fajos de billetes juntos! Incluso tuvo que comprar un Learjet para transportar las enormes cantidades de dinero que estaba ganando.
Si estas paredes pudieran hablar, nos preguntamos qué crímenes despreciables nos contaría. Convertirse en el líder de un imperio de la droga no es para los de buen corazón.
No sólo aquellos que trabajaban para la ley estaban en riesgo, estaban prácticamente cualquier persona que se interpusiera en su camino. Una vez, el 27 de noviembre de 1989, el cartel de Escobar plantó una bomba en un vuelo de Avianca con la intención de asesinar a un candidato presidencial. Al final murieron 110 personas en la explosión, y la peor parte? El objetivo no estaba aún a bordo, entonces, ¿quién sabe qué actos malvados se planearon dentro de estas salas azules aparentemente pacíficas?
A pesar de los crímenes horribles de Pablo Escobar, había quienes lo consideraban un héroe. Cultivando una imagen de ‘Robin Hood’, el capo de la droga construyó escuelas, hospitales, iglesias y estadios. Incluso construyó un barrio entero para los pobres, sin embargo, es de suponer que las casas no eran tan amplias como esta.
Realmente no estamos seguros de cuál era el propósito de estas cubiertas para ventanas, pueden verse varias de ellas en fotografías anteriores de esta serie. Fueron utilizados para protección? O eran, tal vez, algún tipo de declaración de moda extraña? Eran los años 80, después de todo.
Incluso los jefes de los cárteles de la droga tienen que sentarse a veces, nos gusta el estilo retro de la misma.
Observando la forma blanca, rectangular de este edificio en particular, no podemos dejar de pensar en un mausoleo. Apropiada cuando se tiene en cuenta cuántas personas han perdido sus vidas en las guerras de la droga colombiana a lo largo de los años.
Pablo Escobar dijo la famosa frase: "Yo prefiero estar en una tumba en Colombia que una cárcel en los Estados Unidos." Y obtuvo su elección, cuando fue asesinado a tiros el 2 de diciembre de 1993, un día después de su cumpleaños 44. No hay duda de que fue un gran momento de alivio para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
Hoy, sus propiedades insulares, permanecen desiertas y en ruinas. Ahora están en manos del Estado, patrullado por guardias de seguridad y poco a poco están siendo reclamadas por la vegetación de la isla.