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Estos días varios analistas han comparado a Microsoft con aquel fiasco que protagonizó Coca-Cola en 1985, cuando reformuló su célebre bebida para luego retirarla tras las críticas masivas que recibió esa nueva versión.
Esas críticas se deben a la decisión de Microsoft de volver a recuperar parte de la funcionalidad de Windows 7 en Windows 8.1, la actualización del sistema operativo que es conocida como Windows Blue. Frank Shaw, responsable de comunicaciones corporativas en Microsoft, ha querido dejar claro que esas comparaciones son absurdas. Publicó xataka.com.
Shaw destacó que la decisión de Microsoft de hacer algunos cambios en Windows 8 debería ser interpretada como una buena señal de la capacidad que la empresa tiene de escuchar a sus usuarios, pero también atajó esas críticas de comentarios como los aparecidos en el Financial Times con una respuesta clara en el blog oficial de Microsoft:
Al contrario que una lata de refresco, un sistema operativo para ordenador ofrece distintas experiencias a distintos clientes para cubrir distintas necesidades, y al mismo tiempo dirige a toda la industria a un excitante futuro de experiencias táctiles, móviles y que se trasladan de forma transparente de uno a otro dispositivo.
Windows Blue hará su aparición pública en junio en la conferencia BUILD que se celebrará del 26 al 28 de junio, y será entonces cuando podamos comprobar las mejoras a un sistema operativo cuya clara apuesta por su interfaz Modern UI ahora será algo aliviada para alegría de muchos usuarios clásicos de Windows.