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La combustión espontánea es uno de esos fenómenos que se debaten entre el mito y la realidad clínica. Sin embargo, estudios científicos han confirmado la posibilidad de que suceda, tal como ocurrió recientemente en Irlanda, cuando Michael Faherty, de 76 años, aparentemente murió de esta causa en su hogar ubicado en Galway. De acuerdo con el informe médico, emitido por el Dr Kieran McLoughlin, se dictaminó que Faherty murió a causa de una combustión espontánea, informa pijamasurf.com.
McLoughlin advirtió que es la primera vez, en sus más de 25 años como médico, que encuentra buen caso de este tipo. “Las quemaduras fueron exhaustivamente examinadas y solo me queda concluir que este caso queda incluido en la categoría de combustión espontánea, para lo cual aún no existe una explicación adecuada”, dijo el doctor.
Por su parte, los expertos forenses analizaron el escenario de la muerte de Faherty, cuyo cuerpo fue hallado completamente calcinado, y confirmaron que no existía ningún otro objeto que hubiese registrado daños, más que el cuerpo del ahora difunto, así como el piso y techo del lugar en donde se encontraba sentado.
La combustión espontánea ocurre cuando un objeto, en este caso un humano, se incendia a causa de una aparente reacción química detonada en su interior, sin que una fuente externa de calor influya en el proceso. En la mayoría de los casos, la víctima se consume casi por completo, contrastando con el resto de su entorno, el cual permanece casi intocado. Alrededor del mundo se han reportado cientos de casos de combustión espontánea, sin embargo pocos de ellos han sido validados por especialistas.