Un nuevo satélite de la agencia estadounidense NASA destinado a medir la presencia de CO2 en la atmósfera comenzó los preparativos para su lanzamiento, previsto para el 1 de julio.
El aparato, denominado Observatorio Orbital de Carbono (OCO−2), es similar al OCO−1, cuyo despegue falló en febrero de 2009. Tal como él, está capacitado para «olfatear» dicho gas mediante sofisticados equipos, según la entidad espacial.
El artefacto permitirá conseguir una imagen más completa y global de las emisiones humanas y naturales de CO2, el principal gas con efecto invernadero (GEI) vinculado por muchos científicos con el fenómeno del cambio climático.
El satélite también podrá detectar y estudiar los llamados «pozos» o «sumideros» de carbono, como océanos y bosques, que absorben y capturan ese gas.
«El dióxido de carbono en la atmósfera tiene un papel esencial en el equilibrio energético de nuestro planeta y es un factor clave para entender cómo cambia nuestro clima», explicó Michael Freilich, director de la división ciencias de la Tierra de la NASA.
El OCO−2 será lanzado por un cohete Delta 2 de la firma United Launch Alliance desde la base aérea Vandenberg, en California. Adoptará órbita casi polar a 705 kilómetros de altitud.
El artefacto se convertirá en el «buque insignia» de una flota de cinco satélites internacionales que girarán alrededor de la Tierra cada 99 minutos para realizar observaciones casi simultáneas.
OCO−2, cuya misión durará al menos dos años, realizará mediciones de muestras en toda la Tierra, que facilitarán a los científicos estudiar con mayor precisión los cambios en la presencia de este gas con datos actualizado.
Fuente [Entornointeligente.com]