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Qué manera de explicarse tiene la vida, tan extraña, tan paradójica, tan compleja, algunas veces inentendible. Así es, la vida da tantas vueltas como alrededor del sol giran los planetas del sistema solar, alegrías, desencantos, amarguras, progreso, retraso, riqueza, pobreza, salud, enfermedad, justicias, injusticias… dictaduras.
Tantas vueltas da la vida, que hace dos décadas, no nos hubiésemos imaginado que, en nuestro país, la justicia, esa señora que sostiene la balanza perfectamente equilibrada y, que además es ciega, para poder ser objetiva; en nuestro país se cambiaran las realidades y, ésta muy ecuánime dama, dejara atrás su ceguera, pero no precisamente porque gracias a una de las misiones, recobró la visión; sino porque comenzó a ver a través de unos ojos deteriorados, enfermos, torcidos… bizcos.
Resulta que esta bizca señora, comenzó a ver a través de la subjetividad, lo que por demás, hizo que la balanza perdiera su equilibrio y se desviara hacia un solo lado. ¡Qué grande problema el que tenemos con la señora justicia!
Y es que ya hace rato que anda haciendo desastres por doquier, manteniendo presos políticos – que sí existen – y no está demás recalcar que, muchos de ellos se encuentran muy enfermos, como Henry Vivas, a quien, en cualquier otro país, ya se le hubiese otorgado la ayuda humanitaria que tanto está necesitando. Si, se olvidaron de qué son los derechos humanos.
Todo se encuentra distorsionado, tenemos a la Jueza María Afiuni privada de su libertad, por el simple hecho de ejercer su profesión y dictar una sentencia, que no favorecía a los totalitarios, a los que tienen la balanza de su lado y, que en lugar de mantener la autonomía que debe caracterizar al Poder Judicial, tienen un Poder subyugado a sus mandatos, órdenes y caprichos, un Poder que no merece la “P” mayúscula, un poder que se convirtió en un peón.
Por eso es que debemos hacer un llamado de atención para colaborar con esta señora que está mal de la vista y que no ve lo que está bien o mal, para que se cure y pueda volver a ser esa otrora honorable y hermosa dama.
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Tan bizarra está la situación, que tenemos a un gobernante que ha derrochado millones de dólares en su salud personal; pero se niega a brindar la ayuda humanitaria a Henry Vivas, quien tiene su salud comprometida, de la misma manera que la tiene la Jueza Afiuni, el Diputado preso “Mazuco”, solo por nombrar a presos políticos, sin mencionar a tantas personas que sufren de cáncer, pero que no cuentan con los recursos ni los hospitales necesarios para su atención.
Como siempre digo, afortunadamente contamos con grandes luchadores y grandes personas en nuestro pueblo, que muy lejos de ser bizcos, tienen una visión muy clara de la realidad de la vida que estamos llevando, que ha girado 180 grados, pero que sigue girando, con las esperanzas de que esos giros ayuden a recobrar la sensatez y el progreso.
Enrique J. Mandarían Egui / @emundara