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Los problemas de Venezuela tenemos que resolver los venezolanos, no pretendemos que nadie venga hacer lo que nosotros estamos obligados a resolver, no queremos la intromisión de ninguna persona o funcionario de gobierno extranjero, solo aspiramos que en los organismos internacionales respeten nuestra Constitución Nacional, y a los que se hacen llamar demócratas en Latinoamérica, solo le pedimos un poco de solidaridad en respuesta por la acogida que hizo la democracia venezolana de miles de perseguidos políticos cuando en Centroamérica y Suramérica gobernaban las botas militares.
En estos 14 años de régimen chavista, hemos visto como personas que en el pasado gozaban de estima y consideración por parte de los demócratas venezolanos por haber resistido torturas y persecuciones políticas por parte de los gobiernos autoritarios y militaristas de sus países, como Luis Ignacio Lula Da Silva y Dilma Rousseff, ambos presidentes de Brasil y Pepe Mujica presidente de Uruguay, haberse prestado para apoyar al gobierno autoritario de Hugo Chávez, solo por hacer grandes negocios y olvidando lo que hizo la democracia venezolana por muchos de sus compatriotas.
En esa comparsa de vividores también hemos visto a individuos como Manuel Zelaya, que siendo un ganadero terrateniente explotador de campesinos llegó a la presidencia de Honduras y no resistió la tentación de la chequera petrolera, quien por instrucciones de Chávez, intentó reformar las Constitución de su país para quedarse eternamente en el poder, pero que gracias a la intervención de los demócratas hondureños, le dieron un parao y lo destituyeron.
Igualmente vemos presidentes como Leonel Fernández e Hipólito Mejías de Republica Dominicana, voltean para no ver lo que ocurre en Venezuela, solo porque el régimen chavista le regala 14 mil barriles de petróleo diarios, los cuales pagan con caraotas y habitaciones en hoteles cinco estrellas a funcionarios chavistas, olvidando lo que de Don Rómulo Betancourt en 1945 y a principio de los años 60, ayudó a Juan Bosch, líder fundador del Partido de la Liberación Dominicana, donde militan Mejías y Fernández, para recuperar la democracia en ese país.
Hay otros mercenarios como Daniel Ortega, acusado por su propia hija de haberla violado, olvida que muchos de sus compañeros de lucha contra la dictadura somocista en los años 77 y 78, fueron acogidos por el primer gobierno democrático de Carlos Andrés Pérez y alojados en el hotel El Conde ubicado en el centro de Caracas. En ese tiempo yo trabaja en Ultimas Noticias y por intermedio de mi amigo, el periodista Freddy Balzán, conocí y hable con Edén Pastora, conocido como el comandante Cero.
El secretario General de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, al enterarse que un grupo de parlamentarios de la Unidad Democrática venezolana le solicitarían una entrevista para explicarle como la interpretación del 231 por la Sala Constitucional del TSJ, alteraba las reglas democráticas en nuestro país, inmediatamente y sin haber escuchado a los parlamentarios, declaró que todo lo ocurrido se había hecho basado en las normas constitucionales. Pareciera que hubiese recibido una orden de alguien para actuar como lo hizo.
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Recordamos como Insulza, cuando la crisis hondureña, por instrucciones de Chávez se montó en una avioneta de PDVSA e intentó aterrizar en el aeropuerto de ese país para tratar de restablecer a Zelaya en el poder, alegando que se había violado la Constitución, pretende llegar a senador en su país con la ayuda de la chequera de Chávez, después que entregue la OEA.
Es importante recordar que miles de chilenos salieron de las cárceles de Pinochet, gracias a la intervención del gobierno de Carlos Andrés Pérez, quien no solo intercedió para su liberación, sino que envió aviones de Viasa para traerlos a Venezuela. Lo mismo ocurrió con miles de argentinos presos en las cárceles de Videla.
Los venezolanos solo pedimos solidaridad como respuesta a lo que hizo nuestra democracia por miles de perseguidos políticos por las dictaduras militares.
Por: Gerónimo Figueroa Figuera