– Siempre hay un bolsillo escondido en el que se te queda la única tarjeta de débito que todavía tiene dinero.
– Porque ninguna te hace ver menos gorda.
– Si te cambias la cartera vas a tener que cambiarte el cinturón y los zapatos.
– Existe el riesgo que otra mujer de tu trabajo también tenga tu cartera y te veas en la necesidad de susurrar “perra” cada vez que pasa al lado tuyo (Esto aplica si cambias, o no, de cartera, es inevitable).
– Porque si la niña de High School Musical logró pasar toda la película con los mismos zapatos, tú puedes usar la misma cartera.
– Porque la que tienes es la única en la que puedes esconder 2 potes de Nutella sin que nadie lo note.
– Porque la otra tiene el cruce ese que te hicieron en Barlovento para amarrar a tu hombre.
– Porque es una cartera… ¿a quién le importa?.
– Vas a tener que comenzar desde cero tu colección de facturas inútiles que has ido acumulando.
– Porque alguien siempre tendrá una cartera mejor que la tuya, así que realmente no importa.
[Fuente: elmostacho.com]