¿Sabes reconocer a las personas nocivas de tu oficina?

Es en la oficina donde se desarrolla tu vida. ¡Es verdad! Piénsalo, ¿cuántas horas al día pasas en ella? ¿Te llevas trabajo a casa? Nuestra vida transcurre en pasar cinco o más días a la semana dedicados al trabajo por más de ocho horas diarias… Eso que pasa mientras estamos en la oficina es la vida.

De ahí que sea tan común encontrarnos con tantas relaciones amorosas en él o hasta amistades verdaderas, pero tampoco podemos evitar toparnos con personas que no son de nuestro total agrado: gente nociva.

¿Cuál es ese tipo de persona? Fácil, toda aquella que no te agrada, por un motivo real, claro está; son personas que por más que tratas no puedes ignorar y mucho menos cortar cualquier relación con ellos porque tu futuro profesional depende de eso. Recuerda que no sólo se trata de lo bien que trabajes, sino de la actitud que muestres en el empleo.

Lo mejor que puedes hacer es identificar perfectamente a los nocivos de tu oficina y desarrolles una estrategia para lidiar con ellos y mejorar tu desempeño laboral sin verte afectado. ¿Cómo hacerlo? Averígualo aquí:

1. Alfombra Humana. Seguro lidiaste con este tipo de persona desde que ibas en la escuela; se trata de aquellos a quienes les gusta quedar bien con el jefe, así que si éste dice que es bueno hacer algo, la persona inmediatamente levantará la mano y dirá que lo viene haciendo desde tiempo atrás; si hay un proyecto nuevo, será la primera persona en decir que lo liderará, es decir, es el «ajonjolí de todos los moles».

¿Cómo sobrevivir? Lo que esta persona necesita es atención, así que es eso lo que le tienes que dar; con tus compañeros planeen juntos alguna forma de integrarlo al equipo de trabajo para que se sienta parte de ustedes; vayan a la máquina de dulces y cómprale algo, invítalo a comer juntos… Convéncelo de que se olvide de la imagen paternal que ve en el jefe y ayúdalo a ser parte de los amigos.

2. La evasiva. Habilidad es lo que tiene de sobra; habilidad para evitar que el trabajo llegue a sus manos, porque siempre está muy ocupada con asuntos personales como para poner atención a lo que pasa en la oficina. Siempre tendrá frases listas como: «Vas tan bien que pienso que este nuevo proyecto lo puedes tomar tú» o «Yo no puedo ayudarte más porque tienes que aprender», cuando en realidad sabemos que es una manera de evitar más trabajo.

¿Cómo sobrevivir? La idea no es que quedes como el chismoso de la oficina, aquel que acusa a un compañero porque no trabaja igual que tú; lo que puedes hacer es juntarte con tus compañeros y hablar con el jefe para realice una estrategia de calendarización de tareas de cada trabajador, así no habrá forma de escaparse del trabajo, porque si lo hace tendrá que enfrentarse al jefe.

3. El chismoso. Sabe todo lo que está pasando, desde quién anda con quién hasta las crisis que sufre la empresa. Así que por ese lado es divertido estar con él, porque siempre sabes lo que está pasando, pero debes tener cuidado, te cae bien porque es chismoso, pero nadie dice que no hablará de ti de la misma manera.

¿Qué hacer? ¡Distráelo! Es la mejor manera de lidiar con un chismoso de corazón, porque así pensará que eres demasiado aburrido para invertir tiempo en lo que te puede sacar, así que te dejará de lado, pero sin dejar de contante todos los chismes calientes de la oficina.

4. Miss/Mr. Perfección. Tiene una gran capacidad para convertir los proyectos que no son suyos en… suyos. Sí, es perfecta o perfecto para atribuirse los méritos de quien sea, con tal de quedar bien ante los altos mandos de la empresa. Cuando tienes una propuesta, no tardará en decir: «Justo de eso mismo hablaba ayer con el equipo…» Y logrará hacer que los demás olviden que la idea es tuya. El protagonismo es lo suyo porque la inferioridad es su defecto.

¿Cómo evitarlo? Haz pruebas de que fue tu idea al presentar proyectos por escrito, mandando mails a los jefes donde hables respecto a esos planes y cuando estén en juntas, quédate con los directivos hasta el final para que muestres los detalles de tu idea. No habrá forma de que te la robe.

5. La quejosa. El café es malo, el jefe es malo, la computadora es mala, los compañeros son malos y la niña también… Casi, casi es lo único que le falta decir para coronarse como el señor o señorita de las quejas. Así que, además de ser una persona deprimente, también daño tu imagen.

¿Qué hacer? Si quieres que se aleje de ti, lo mejor es hacerlo que una gran actitud positiva, pues no hay nada que soporte menos que una buena actitud. Cuando vea que no eres su eco, buscará a alguien más que lo segunde en sus quejas.

6. El ladrón. Dice que no pasa nada si se lleva unos cuantos artículos de papelería a su casa, pero ¿qué pasa cuando empiezas a notar que en tu escritorio o en el de tu compañero faltan cosas como la figura con la que decidió adornar el lugar o un billete de baja denominación que dejó al descubierto? Es momento de hacer algo.

¿Qué hacer? Lo mejor es que comentes con tus compañeros tus sospechas, así entre todos pueden llegar a alguna solución, que vaya desde hablar con la persona hasta guardar mejor las cosas.

7. Sexy girl. Se caracterizan por vestirse de manera provocativa. Nadie puede asegurar que lo hace para llamar la atención hasta que ves cómo utiliza las técnicas seductoras para conseguir lo que quiere, que va desde un poco de ayuda hasta aumentos y ascensos.

¿Cómo evitarla? No porque no quieras verte como ella quiere decir que dejes de vestirte de la manera en que te gusta, lo mejor será demostrar tu capacidad para cumplir con el trabajo e incluso aportar más; es una manera de darle un ejemplo de que esas armas son innecesarias ante la capacidad y habilidad mental. Y si ves que se te acerca, no le demuestres miedo, sólo trátala como cualquier compañero más y no le prestes tanta atención porque eso es lo que quiere.

8. El miedoso. Parece que le tiene miedo a todo, desde los cambios de proyectos hasta los cambios de personal. Su miedo no es gran ayuda cuando se trata de sacar adelante una tarea nueva, por lo que no es de mucha ayuda en el trabajo.

¿Cómo solucionarlo? Lo más apropiado es ayudarlo a superar sus miedos al entregarle tareas comunes, rutinarias y tranquilas, pero involucrándolo en nuevos trabajos de manera paulatina para que se acostumbre y así no tengas que hacer el trabajo solo.

9. El desafiante. Típico que tiene una gran capacidad y potencial para realizar el trabajo, pero a la hora de trabajar equipo no es bueno en ello por lo que trabajar con él se vuelve algo desagradable.

¿Solución? Acércate a tu compañero y bríndale la seguridad y confianza de que puede contar contigo para conquistar cualquier proyecto. Tendrás que estar a la altura.

10. El manipulador. La empresa gira alrededor de él; así es como ve el trabajo porque para él no hay nada más importante que él, así que su nivel de proactividad es bajo al estar mucho más preocupado por tratar de quedar bien con todo mundo al manipular a sus compañeros e inferiores para que hagan su trabajo.

¿Qué hacer? Lo mejor será evitar cualquier tipo de intimidad con la persona, es decir, no le cuentes nada que te pueda comprometer, lo mejor es «darle el avión» como dicen por ahí y hacerle saber que eres tan «distraído» que no puede contigo. Nuevamente, nadie se quiere juntar con alguien que todo el tiempo les dice qué hacer.

 

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