Cuando Salma Hayek salió del hotel George V en París el pasado domingo, tropezó por las escaleras de mármol, casi arrastrando a su hija Valentina en el suelo con ella… Y sus tacones de seis centímetros de plataformas.
Afortunadamente, la actriz de 45 años fue capaz de recuperar su equilibrio agarrándose del marco de la puerta sin dejar de sujetar la mano de su hija. De inmediato fue asistida por varias personas que estaban en la entrada del lujoso hotel.
Más tarde esa noche, Hayek tuvo mejor suerte en mantener el equilibrio cuando caminaba por la alfombra roja en el estreno de El Gato con botas, en la que comparte roles estelares con Antonio Banderas y por la que vistió recientemente Latinaomérica.
Con un glamoroso vestido azul marino de la casa francesa YSL, la actriz mexicana se unió a Paloma, su hija de 4 años de edad, y sonrió a los fotógrafos asegurando que El Gato con botas es una excelente película que nadie puede perderse.