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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fue abucheado el domingo por decenas de asistentes a un homenaje a militares discapacitados por el conflicto interno, y en medio de chiflidos pidió la unión de todo el país para alcanzar la paz.
El mandatario enfrenta fuertes críticas de sus opositores, que lo acusan de tener una posición débil frente a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que la semana pasada rompió un cese unilateral al fuego y mató a 11 militares en un ataque en una zona montañosa del sur del país.
Aunque Santos ordenó reactivar los bombardeos contra los campamentos de la guerrilla que habían sido suspendidos hace más de un mes para reducir la intensidad del conflicto, el expresidente Álvaro Uribe, principal crítico de la negociación de paz con la guerrilla, pide mayor dureza contra la insurgencia, al igual que un amplio sector de la población.
“Entiendo su dolor, entiendo su rabia y por eso es que tenemos que seguir perseverando hasta la victoria, que es la paz de nuestro país”, dijo Santos en medio de rechiflas al final de una carrera de atletismo para recaudar fondos destinados a ayudar a militares discapacitados por el conflicto en la que participaron cientos de personas.
“Para que no haya más soldados caídos, para que no haya más soldados heridos en combate. Encausemos este dolor en esa maratón hacia la paz. Por eso les pido a todos que no bajemos la guardia, que sigamos adelante. No es el momento de dividirnos, es el momento de unirnos todos para llegar a esa victoria que es la paz de este país”, agregó.
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De acuerdo con analistas, el ataque de las FARC rompió la confianza que un sector de la población tenía en los diálogos de paz y significó un paso atrás en la intención de bajar la intensidad del conflicto más extenso del hemisferio, que ha dejado al menos 220.000 muertos y millones de desplazados.
Aunque Santos dijo el viernes que había que ponerle un plazo a la negociación con las FARC y advirtió que la paciencia se agota, hasta ahora no ha puesto una fecha límite.
En los diálogos de Cuba, que han logrado más avances que todos los esfuerzos anteriores para la paz, las partes han llegado a acuerdos sobre desminado, dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la transformación de la guerrilla en un partido político y combatir el narcotráfico.
Pero aún quedan pendientes complejos asuntos como la compensación a las víctimas y el fin del conflicto. Una vez que se alcance un acuerdo, los colombianos deben aprobarlo en una consulta o un referendo.
Fuente: [Reuters]