La poesía es apenas escritura, sostienen los viejos poetas chinos. Es el esqueleto de afuera, agrega Paul Celan. Mientras esto sabemos, los poetas de otras tierras y los de la tierra nuestra se juntan en estos días en la celebración del Festival Mundial de Poesía para ir al encuentro de nuestros pueblos de mar, de montaña, de llano y de floresta y hacer posible la antigua y perenne fraternidad del hombre con su sensibilidad transfiguradota de lo real.
Si aquella sentencia de los remotos poetas de la China y el decir del enorme poeta rumano mantienen indudable certeza, entonces cobra relieve y hondura esta propuesta de la Galería de Arte Nacional cuando ofrece a la poesía y a sus amantes la reunión de los múltiples lenguajes que es la esencia misma del arte poético, esto es, el trazo, la línea, el dibujo, el color y el libro como objeto estético, como cosa preciosa de la artesanía. Así los espacios de nuestra primera casa museística se abren a nuestros sentidos para probar que la poesía es apenas escritura y cuerpo desnudo de la palabra porque su lenguaje es también contemplación, es materia, es objeto.
Preside este encuentro de la poesía y sus muchas voces el poeta Andrés Bello, nuestro primer renacentista, el libertador intelectual de América y desconocido o mal conocido dibujante y pintor estupendo. Bello recibe la compañía de un grupo de nuestros poetas dibujantes, muchos de ellos ignorados en este menester. Igualmente, la GAN ha invitado al célebre diseñador de libros de poesía, el colombiano Luis Ángel Parra, quien exhibe sus maquetas y publicaciones recientes como muestrario de ese viejo oficio que hace del libro elaboración de belleza material y plástica.
Es fama que el ideograma chino es ya lenguaje poético plástico y es verdad eterna que, como el colibrí, el cuerpo del poema es el aire.
[Fuente: Prensa Luis Alberto Crespo]