¿Te sientes atrapado en el pasado? Se llama inmovilidad cognitiva y podría afectar a tu salud, según los expertos

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¿Alguna vez has sentido como si tu cuerpo y tu mente estuvieran divididos en dos lugares diferentes?

Tal vez sigues girando en sentido contrario cuando vas al supermercado porque en tu antigua ciudad estaba a la izquierda en lugar de a la derecha. O quizás en las citas, no puedes dejar de pensar en tu ex y de comparar a esa persona con tus nuevas parejas.

Si este estado de limbo te suena familiar, es posible que hayas experimentado un tipo de inmovilidad cognitiva. Ezenwa Olumba, investigador doctoral de la Universidad de Londres, acuñó el término en 2022. Lo usó como una forma de describir su experiencia de inmigrar, en la que su mente se sentía atrapada entre Reino Unido y su hogar en Nigeria. Así aparece reseñado en la web de Business Insider.

A continuación se explica cómo se desarrolla la inmovilidad cognitiva y cómo lidiar con ella si la estás experimentando.

Olumba describe la inmovilidad cognitiva como una especie de «falta de hogar mental». En resumen, no puedes sentirte como en casa en diversos sitios a la vez —tu corazón y tu mente siempre se sienten divididos en dos—.

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Pero también enfatiza que se relaciona con varias experiencias de vida, no solo con la migración.

Por ejemplo, puede aparecer en situaciones como:

  • Salir de una relación abusiva
  • Cuidar a un ser querido con demencia o una enfermedad terminal
  • Procesando la pérdida de un ser querido
  • Al recuperarse de una experiencia traumática, como una migración forzada
  • Haciendo un gran cambio de vida

Cualquiera que sea la causa, normalmente sigue 3 etapas, según Olumba.

1. Conciencia

En esta primera etapa, comienzas a darte cuenta de que tu vida ha cambiado, posiblemente para siempre. Este período de «Totó, creo que ya no estamos en Kansas» («we’re not in Kansas anymore» en el original de la película El Mago de Oz) puede ser bastante estresante.

Por ejemplo, imagina que acabas de graduarte en la universidad y has cambiado a un trabajo de oficina. Durante la primera semana, comienzas a darte cuenta de que el mundo corporativo no se parece en nada a las clases: sin calificaciones, sin planes de estudio, sin horarios flexibles.

Por supuesto, es posible que experimentes algo de nostalgia o añoranza por tus días académicos. Pero esos estados son en su mayoría sentimientos. Por el contrario, puedes pensar en la inmovilidad cognitiva como la voz mental persistente que te saca del presente con recordatorios constantes de «cómo solían ser las cosas».

2. Recuperación

En esta segunda etapa, podrías tomar medidas conscientes para tratar de revivir el pasado. Tal vez te consueles rememorando recuerdos de tu alma máter o mirando fotos antiguas de la uni.

Un paseo por el camino de la memoria puede ser útil, pero no es una buena residencia permanente. Si pasas demasiado tiempo reflexionando sobre el pasado, es posible que tengas menos energía mental para dedicar a tu vida en el presente.

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En resumen, es posible que te encuentres atrapado en el modo «escuela», lo que puede afectar la gestión del tiempo y la productividad general. Tal vez abordes cada obligación como una asignación temporal a corto plazo en lugar de un proyecto en curso, o descuides las tareas diarias porque parecen menos importantes que responsabilidades más grandes.

3. Estabilización

En esta etapa final, puedes encontrar alguna resolución a medida que tu identidad sale gradualmente del limbo.

Puede que no seas exactamente la misma persona que eras antes. Aun así, te aferras a las partes de ti que importan, usando los valores, el conocimiento y las habilidades que desarrollaste en el pasado para crecer en tus circunstancias actuales.

En el trabajo, puedes empezar a seguir, incluso a buscar, los consejos de tus compañeros de trabajo y tener una mejor idea de los ritmos corporativos.

Te das cuenta de que las habilidades de organización e investigación que usaste en clase aún ayudan; solo tienes que aplicarlas con un poco más de flexibilidad.

La idea de la inmovilidad cognitiva se desarrolló en respuesta a la teoría de la migración cognitiva, que explora el «viaje» mental» que podrías hacer antes de mudarte a un nuevo lugar.

La migración cognitiva te hace mantener mentalmente dos lugares en tu mente para compararlos y contrastarlos, de forma similar a la inmovilidad cognitiva. Juega un papel importante en el proceso de decidir si moverse.

«Las personas son propensas a imaginar futuros más positivos de lo que sería razonable esperar, y el choque entre lo que los inmigrantes creen que encontrarán y la realidad de condiciones a menudo bastante difíciles puede ser una fuente grave de angustia», explica Saara Koikkalainen, investigadora principal en la Universidad del Este de Finlandia y parte de los desarrolladores originales de la teoría de la migración cognitiva.

En un contexto más general, la inmovilidad cognitiva es la forma en que tu mente procesa sentimientos contradictorios.

Por un lado, puedes extrañar mucho una relación pasada y anhelar recuperar el amor perdido. Podrías «revivir los días de gloria», ya que los recuerdos a menudo brindan una sensación de familiaridad y comodidad durante los períodos de ajuste estresantes.

Sin embargo, es posible que hayas tenido una muy buena razón para terminar esa relación: traición, incompatibilidad o incluso tu seguridad. Entonces, aunque te sientas atraído por el pasado, es posible que tengas un impulso igualmente fuerte de permanecer en el presente.

Tu imaginación, entonces, interviene para ayudar a llenar tu deseo subconsciente de estar en dos lugares a la vez mediante la reconstrucción de una versión de tu antigua vida como sustituto. Por supuesto, esta imagen mental puede ser más una réplica optimista que una representación realista.

¿Cuál es el impacto?

La inmovilidad cognitiva puede agotarte emocionalmente y dañar tu salud mental durante la transición:

Cuando tu mente está atrapada entre dos lugares, tu identidad puede sentirse dividida, como si tuvieras múltiples «yos».
La rumiación puede contribuir a la fobia social, así como a la ansiedad y el insomnio. Todos estos problemas pueden hacer que sea difícil comprometerse con nuevas relaciones.
El aislamiento social y las dificultades de adaptación también pueden conducir a la depresión.
Si tu transición ocurrió bajo circunstancias traumáticas, también puedes desarrollar síntomas más severos de trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Hasta que resuelvas la inmovilidad cognitiva, es posible que también te sientas incómodo y fuera de lugar en tu nueva vida.

A menudo, debes tomar medidas para crear un sentido de «hogar» o de pertenencia después de una transición importante.

“La inmovilidad cognitiva podría mitigarse teniendo y manteniendo los siguientes 4 elementos esenciales: profesión, comunidad o familia, tiempo de reflexión y buena salud”, dice Olumba.

Profesión

En pocas palabras, tu profesión es una de las principales formas en que interactúas con el mundo que te rodea y puede ofrecerte un valioso sentido de propósito en tu nueva vida. Profesión puede significar una carrera, la paternidad o un trabajo voluntario en tu barrio.

Comunidad

La comunidad es un grupo de personas con valores compartidos que se apoyan mutuamente, como familiares, amigos o vecinos. Si has perdido el contacto con la tuya, por cualquier motivo, el apoyo social es una parte vital para adaptarte a una nueva vida.

La investigación sobre inmigrantes que han experimentado traumas enfatiza la integración social, o el conectarse con otros en una nueva sociedad, como una de las partes más importantes para mantener la salud mental después de la reubicación.

Reflexión

Tanto la meditación como un diario ofrecen grandes oportunidades para la reflexión. Solo ten en cuenta que lo que escribes o meditas sí importa, remarca Olumba.

Escribir sobre pensamientos y emociones después de un suceso estresante puede beneficiarte, dice, mientras que escribir solo sobre tus emociones puede tener un impacto negativo en tu estado mental.

Es posible afrontar este problema con algunas herramientas, pero si no puedes solo busca ayuda
La inmovilidad cognitiva empuja a tu mente a recrear continuamente eventos pasados incluso mientras intentas vivir en el presente. Este concepto se usa a menudo en el contexto de la migración, pero puede aplicarse a muchas otras situaciones.

Puede dificultar la adaptación a los cambios en tu vida. Pero es posible afrontar este problema al interactuar con el mundo que te rodea y volver a conectar con tu propia mente y cuerpo.

Solo debes saber que, a veces, la mente necesita apoyo adicional para salir de un estado en el que se encuentra atrapada y congelada. Si el estrés y la tristeza parecen permanecer contigo sin importar lo que hagas, considera la ayuda de un profesional de salud mental para obtener más apoyo.

 

Fuente: businessinsider.es

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