Un caballo de hace 700.000 años: el genoma más antiguo hasta la fecha - Lea Noticias

Un caballo de hace 700.000 años: el genoma más antiguo hasta la fecha

Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.

Los caballos han ido de la mano del ser humano durante muchos milenios desde que comenzó el proceso de domesticación en las estepas de las actuales Ucrania, Rusia y Kazajstán. Desde entonces, su evolución ha sido paralela a la del hombre, ya que este ha ido seleccionando los caracteres que más le interesaban en función de la zona geográfica y el tipo de labor que quisiera desarrollar con ellos.

Pero, además, el caballo es uno de los animales con un registro fósil más rico, por lo que también se ha convertido en uno de los mejores modelos de los procesos de evolución del reino animal. Un estudio genético recién publicado en la revista ‘Nature’ ha agitado el árbol evolutivo de estos animales que se tenía hasta la fecha.

1372267606_0

Los autores han descifrado el genoma completo (aunque aún es un borrador con una calidad muy baja) de un caballo de hace 700.000 años a partir de un hueso encontrado en el permafrost de la provincia canadiense de Yukón. El logro científico supone el genoma más antiguo jamás secuenciado, ya que este ADN tiene como mínimo 500.000 años más que la secuencia de ADN que ostentaba el récord hasta ahora. «No se trata sólo de pequeños fragmentos, si no del genoma completo, los 32 pares de cromosomas de un organismo de hace más de 700.000 años», explicó Ludovic Orlando, uno de los autores, en una teleconferencia para periodistas. «Retrasa sensiblemente el genoma más antiguo, que era el de un homínido arcaico que se publicó el año pasado y que databa de hace 70.000 años», aseguró. De hecho, aquel homínido (llamado denisovano) fue descifrado por un equipo internacional dirigido por Svante Pääbo y con participación de científicos españoles, así lo reseña elmundo.es

En el año 2003, un equipo liderado por los investigadores del Museo de Historia Natural de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) Ludovic Orlando y Eske Willerslev recuperó el fósil de un hueso de caballo -de la parte baja de la pata- datado entre 560.000 y 780.000. El resto fósil había estado desde entonces enterrado bajo la capa de hielo permanente del territorio canadiense de Yukón. De hecho, el estado de congelación permitió que el fósil estuviese aún rodeado por lo que los investigadores pudieron identificar como restos biológicos del animal.

El avance de las técnicas de secuenciación

Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.

Durante años, los científicos han estado secuenciando el genoma y comparándolo con los de otro caballo de hace 43.000 años, con el ADN de ejemplares domésticos actuales y con el del burro y un caballo prehistórico llamado Przewalski que acaba de ser reintroducido en España (en Atapuerca, por ejemplo) para reproducir el ambiente natural de la prehistoria de la Península Ibérica.

La investigación tiene sobre todo implicaciones importantes para el estudio evolutivo de las especies equinas que conocemos. Los resultados del análisis comparativo permitieron a los investigadores averiguar que el linaje de los caballos (‘Equus’) que dio lugar a todos los caballos actuales, a los burros y las cebras se originó hace más de cuatro millones de años, cerca del doble de los que se pensaba hasta ahora. Pero también añade leña al fuego del debate sobre si los caballos Przewalski representan la última población viva de caballos salvajes. Las conclusiones del equipo liderado por Orlando y Willerslev indican que algunas regiones de su ADN fueron probablemente seleccionadas durante la domesticación.

Parece sencillo hablar de genomas de hace alrededor de 700.000 años, pero el paso científico y tecnológico que se ha dado en los últimos años para lograr desenmascarar la información codificada en cadenas de ADN que han estado casi un millón de años expuestas al capricho del clima no es trivial. De hecho, los avances más recientes para maximizar la recuperación de información de fragmentos de ADN, por pequeños que sean, están empezando a dar valor a muestras que hasta hace poco se pensaba que eran inservibles por ser demasiado viejas para poder ser descifradas.

Temas relacionados

Deje un comentario