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En 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de Bolivia llegó a 3.680 dólares, superando al de Venezuela que se ubicó en 3.370, un 8,4% inferior.
El PIB es el valor de los bienes y servicios producidos en un país, bien sea mediante el uso de factores de producción nacionales o extranjeros, durante un período determinado. En este caso un año y valorados en dólares del período. El PIB per cápita es el valor del PIB dividido por el número de habitantes.
El PIB per cápita es un que dato que muestra el nivel de riqueza o bienestar de ese territorio en un momento determinado. Se emplea como medida de comparación entre diferentes países, para mostrar las diferencias en cuanto a condiciones económicas.
Según el más reciente set de datos del Fondo Monetario Internacional, de abril de 2019, para el cierre de 2019 los bolivianos tendrán un PIB per cápita de 3.820 dólares, un 40,4% superior al de los venezolanos, de 2.720 dólares. El FMI proyecta que en 2020 el PIB per cápita de Bolivia será de 4.050 dólares, un 57% superior al de los venezolanos que lo estiman en 2.580 dólares en 2020.
Los sistemas de gobierno de Venezuela y Bolivia
La otrora economía de Venezuela se ha derrumbado en una especie de feudalismo del siglo XXI. La monetización de grandes déficits públicos, junto con la mala gestión de la industria petrolera dominada por el estado, ha llevado a la hiperinflación y la escasez de divisas, bienes básicos e insumos industriales. Nicolás Maduro, completó la destrucción de las instituciones democráticas y estableció una dictadura autoritaria represiva en 2017. Las políticas del gobierno del “socialismo del siglo 21” han provocado una grave escasez de alimentos, medicamentos y otros bienes de consumo que, combinados con la hiperinflación, han acompañado una de las peores contracciones económicas jamás registradas.
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Al igual que Venezuela, Bolivia es muy dependiente del sector de hidrocarburos, y ha tenido un fuerte crecimiento económico, impulsado por las exportaciones de gas natural a Brasil y Argentina. Sus problemas incluyen una infraestructura económica deficiente, un marco regulatorio débil, falta de acceso a financiamiento del mercado, un régimen de inversión no transparente, corrupción generalizada y un imperio de la ley débil.
Aún así se ha hecho más rica que Venezuela. Y una de las explicaciones la encontramos, que a pesar que ambos regímenes son estatistas, el de Bolivia es menos represivo que el de Venezuela, y duplica su Indice de Libertad Económica (del Heritage Foundation), Bolivia con un puntaje de 42,3 ocupó el puesto 173 de 180 países medidos, mientras que Venezuela, con 25,9 puntos, ocupó el puesto 179, sólo superado como más represivo por Corea del Norte en el ranking de 2019.
Menos libertades, menos inversiones, menos empleo
Mientras la tasa de desempleo en Bolivia se ha mantenido estable en 4% en los últimos años, el de Venezuela se ha disparado hasta alcanzar al 44,3% de la población activa para 2019, en estimaciones del Fondo Monetario Internacional
El costo de la vida
La irresponsabilidad monetaria y fiscal del régimen socialista de Venezuela, inundando con dinero sin respaldo en la producción de bienes y servicios, ha causado una inflación sin control, con uno de los mayores brotes hiperinflacionarios que haya registrado el mundo. En el caso de Bolivia, la inflación se ha mantenido contenida en niveles inferiores al 5% en los últimos 5 años.
Para comparar los datos de inflación utilizamos una escala logarítmica en el gráfico, en el cual apreciamos, según estimación del FMI, que la inflación en Venezuela en 2019 llegaría el 10.000.000% (diez millones por ciento)
El éxodo masivo, la consecuencia del socialismo chavista
Mientras que en Bolivia la población continúa creciendo, en Venezuela se han ido, en cifras del FMI, 2,64 millones de habitantes en los últimos tres años.
Bolivia, en el 2017 era el país más pobre de Sur América, pero desde 2018 ya no lo es. Ahora lo es Venezuela, y lo será mientras el saqueo socialista siga en el poder. (lapatilla.com)
