Yuca Amarga: «País portátil» por @Emilio_Guzman

Faltan pocas horas para el gran día, los venezolanos afinan el dedo índice para elegir el candidato de su preferencia y decidir por el destino de todos; dos opciones, dos formas antagónicas de ver las cosas para un solo resultado. Así es en democracia, el pueblo decidirá quienes pasan a llevar las riendas de la Venezuela del Progreso, pero también elegirá a quienes harán oposición.

Capriles resulto ser un extraordinario candidato, un estadista, un venezolano que no le tiembla el pulso, pisa tierra y ha recorrido todos los rincones del país con la finalidad de empaparse de las realidades que vive nuestro pueblo para no caer en el en el absurdo escenario que arropó al actual mandatario Nacional, quien después de 14 años se presenta con una propuesta de salvar al planeta tierra, cuando ni siquiera le paro bolas a los ciudadanos que lo eligieron.

Venezuela saldrá de este atolladero, no es justo que con los cuantiosos recursos que se gastaron marchemos como el cangrejo, es precisa la oportunidad para citar un libro que tiene más de 41 años de publicado: ¨País portátil¨, y hoy, después de su relectura en pleno 2012 es importante destacar la impecable descripción de aquella Venezuela (Caracas)  que reflejó el autor a través de sus letras, o mejor aún, la proyección de una ciudad que aún no existía y que logró ver con calidad fotográfica a lo que es hoy: asesinatos, caos, miseria, corrupción y una infinidad de epítetos que aterran.

El próximo Presidente Henrique Capriles tiene menos edad que la impresión del libro, pero es preciso que haga de él parte de su agenda de anotaciones y tachaduras, ya que cuando el autor Adriano León descargó su intelecto sobre el papel, era en una época en la que aún las ideas revolucionarias eran vistas como una alternativa de vida en muchos países de Latinoamérica, decía este autor: “La democracia se vivifica con el clamor de la oposición. Es lo justo. Es legal, porque de lo contrario… el poder se hace unipersonal, unipartidista, no tiene filtros ni críticas y puede conducirse un país a la bancarrota”. Debo decirlo, qué visión, qué grande estas palabras de Adriano.

País portátil vale la pena leerla dos y tres veces, es la radiografía de la Venezuela de hoy escrita en el pasado, después de analizarla minuciosamente, entiendo su constante referencia, ya se por qué se hizo merecedora del Premio Biblioteca Breve Seix Barral (1968) que no es poca cosa. Ya es un mérito innegable haber logrado esa imagen, esa adjetivación perfecta para un país que siempre está en construcción, que se solapa en lo movible, en lo transmutable, en lo portátil; en una “ciudad vitrina, jaula, con frutos y aves eléctricas, todo el tiempo aleteando en amenaza de caer…”

El actual gobierno esta empeñado en que Venezuela sea por siempre un ¨País portátil¨, los elegidos revolucionarios se convirtieron en la peor clase burguesa-neoliberal que haya existido en nuestra tierra, el nepotismo y los círculos viciosos son los que han ordenado desde Miraflores mantener a los venezolanos en estado de zozobra, en caos, que dependan solo de la ¨ramita¨ que los une con el gobierno, para de esa forma crear una sensación atmosférica de que Chávez es el único que resuelve los problemas de la gente.

Los venezolanos tienen en sus manos el futuro, y lo están demostrando en cada manifestación multitudinaria y espontánea que acompañan al candidato Capriles, colmadas de alegría, de esperanza y de hermandad. Este 07 de Octubre es preciso que escribamos el ultimo capitulo de País portátil, donde –nosotros los autores- demos el primer paso a la Venezuela solida y pujante, al país libre de corrupción y de violencia; a la Nación prospera con una infraestructura acorde a sus altísimos ingresos, donde los temas como el agua potable, los apagones, el desempleo, la miseria y la falta de vivienda pertenezcan solo al pensamiento del “Gran Adriano”. Amen.

Por: Emilio Guzmán Rojas / @Emilio_Guzman