Las construcciones de dominó tienen algo parecido a las de Lego: son tan complejas de levantar como fascinantes de ver. En el caso del dominó, lo bueno viene cuando todo el trabajo se derrumba, pieza a pieza.
Un buen ejemplo es el de la firma alemana Sinners Domino Entertainment, que ha construido el que ahora es el dominó en espiral más grande del mundo: 272.297 piezas.
Fuente: gizmodo.com