El número de muertos por el grave terremoto de 6,5 que azotó el domingo el suroeste chino alcanza ya los 398, mientras tres personas continúan desaparecidas y más de 1.800 están heridas, informaron hoy las autoridades locales.
Unos 4.000 militares han llegado en las últimas horas al condado de Ludian, epicentro del seísmo en la provincia de Yunan, para unirse a los 5.000 que desde ayer trabajan en la zona, según la agencia oficial Xinhua, que cita fuentes del Gobierno central.
También han enviado ocho aviones para ayudar a encontrar a los supervivientes entre los escombros y colaborar en las tareas de recate, que se han visto dificultadas por la lluvia que comenzó a caer anoche, al tiempo que se teme por posibles réplicas.
El primer ministro chino, Li Keqiang, ha llegado a la región para supervisar las tareas de socorro, mientras que el presidente del país, Xi Jinping, ha instado a los equipos de rescate a «maximizar los esfuerzos para salvar vidas y garantizar el cuidado de los afectados».
En la zona afectada, una remota área de China y exclusivamente agrícola, los equipos de emergencia se están quedando sin sangre para atender a los heridos, por lo que el Gobierno ha pedido a la población que acuda a donar a los centros temporales instalados por varias ciudades cercanas.
Algunos médicos de los hospitales más cercanos dijeron a Xinhua que se encuentran «con una grave escasez de medicamentos» y que «las condiciones son demasiado pobres para operar a los heridos de mayor gravedad».
Las autoridades también han pedido a los habitantes que estén alerta para evitar que posibles réplicas causen más víctimas.
Tras el seísmo, la zona ha sufrido más de 210 réplicas, tres de ellas de más de 4 grados Richter, y los expertos temen que se registren temblores de entre 5 y 6 grados en las próximas horas.
Fuente [Ultimasnoticias.com]