Miras y ves, pero no te crees lo que ves, porque todas las fotos tienen segundas…sin quererlo. Son esas casualidades que tienen un desenlace inesperado, como que justo los cuernos del toro que hay detrás de ti coincidan en tu cabeza y tu foto sea la del magnífico cornudo…Posiciones, efectos visuales, desafortunados encuadres, pero siempre siempre graciosos para al menos arrancar una sonrisa al mirón que ojea estas imágenes.
Fuente [Telecinco.es]