Dicen que para viajar en el tiempo es necesario ir a la velocidad de la luz, pero qué pasaría si lográramos realizar semejante acción.

Si se lograra construir los prototipos de naves ideados por la Nasa capaces de moverse a la velocidad de la luz, moriríamos en cuestión de segundos. Vale recordar, que sería a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, porque una de las grandes vulnerabilidades , no es precisamente la tecnología sino el medio ambiente espacial que pone en relieve la fragilidad del cuerpo humano.
Se destruiría toda la nave y lo que está en su interior.