Al igual que para adquirir alimentos y medicinas básicas, en caso de hallarlas, obtener algo de dinero en efectivo se ha convertido en un viacrucis para el ciudadano de a pie, que debe invertir varias horas en recorrer al menos tres entidades bancarias para hacerse con un poco de papel moneda que, en unos cuantos pagos, se diluye como el agua.
El anuncio sobre la emisión de un nuevo billete de 100.000 bolívares (100.000.000 bolívares antes de la recoversión monetaria), no solo evidencia la grave crisis económica en la que los dirigentes sumergieron al país entre una gran devaluación e hiperinflación, sino que aumenta la incertidumbre en una sociedad que lidia a diario con la escasez de papel moneda.
Ante la más reciente medida anunciada por Nicolás Maduro y la escasez de efectivo en cajeros, comercios y hasta en las mismas entidades bancarias, éstas iniciaron el pago a sus clientes con monedas, una muestra más de la improvisación que deja a los ciudadanos contando pieza por pieza, en claro retroceso para el sistema financiero y para la misma sociedad.
No son pocos los usuarios en las redes sociales que como si de un “juego del hambre” se tratara, ponen a prueba sus habilidades para conseguir dinero en efectivo, necesario para pagar servicios básicos como el transporte público.
Al ya grave panorama se le suma el refinanciamiento de la deuda externa luego del pago de la cantidad de 1,12 millardos de dólares del bono Pdvsa 2017 que se concretara este viernes, lo que evidencia el inminente default que atraviesa Venezuela. “Vamos a hacer un reformateo completo de los pagos externos para hacer un equilibrio y cubrir las necesidades del país”, aseveró Maduro en un discurso en el que no escasearon las ofensas y acusaciones a terceros para evadir sus responsabilidades.
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