Acción y reacción…: "Al final, el ogro también fue un príncipe azul", por @Isanaris - Lea Noticias

Acción y reacción…: «Al final, el ogro también fue un príncipe azul», por @Isanaris

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Isanaris Rivas opinionSiempre nos han enseñado que en las organizaciones debe haber alguien que nos guie al momento de realizar nuestras actividades, labores o deberes y esa persona comúnmente es un líder que, además de tener los conocimientos, evalúa, incentiva, inspira y motiva a su equipo a trabajar con entusiasmo por el logro de sus metas y objetivos.

Pero he escuchado varias anécdotas de personas a mí alrededor que pareciera que ese “guía” realmente tiene una mala actitud y un líder no tiene mala actitud ¿O sí? Con esto me refiero a que se toman demasiado en serio el que, solo por un organigrama, crean que por ser superiores se sientan más que otros y opten por querer pisotear a los demás tan solo por un puesto de trabajo.

Pareciera que en vez de ser la cabeza de la empresa son los ogros, los malhumorados, los contestones, los que no se interesan en los demás, los que cargan pura mala actitud. Estoy segura que a nadie le gusta tratar con alguien así. Siempre se busca evitar a personas con esta postura ante otros y relacionarse con gente realmente inspiradora.

El ogro en la organización lo que provoca es que su equipo de trabajo se cohíba al querer hablarles de alguna inquietud o alguna idea porque no saben con qué sorpresa pueda reaccionar el otro generando poco a poco una crisis organizacional, un miedo a comunicarse y, al final… ¿Cómo se puede llegar al éxito teniendo una mala comunicación?

La comunicación es la base todo. Si eres líder de un negocio, deja de ser materialista, de pensar solo en el dinero y en la compensación y ¡Comunícate! que la relación humana es más importante. No solo se debe aprender a comunicarse como miembros de una empresa sino como humanos, aunque a veces no sea tan sencillo ponerse en los zapatos de otros, y así evitar problemas posteriores.

El líder debe ser agradecido, debe aprender a ser humano. Nunca se debe olvidar que hay personas debajo de un líder que pueden, además de inculcar conocimientos, darte lecciones de vida. Reconocer las buenas acciones que hace el quipo de apoyo y edificarlo no pone al líder en un nivel inferior a los demás, más bien motiva a seguir mejorando día a día.

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El líder debe formar líderes, y las personas que aun no se sienten líderes deben aprender a ser disciplinados, responsables, inspiradores e independientes porque tampoco puede dejarle todo el trabajo al guía. Hay que aprender a comunicarse y a trabajar en equipo para que al final la toma de decisiones sea efectiva y se evite el caos.

Corregir, guiar por el camino correcto a los otros, asesorar y al realizar criticas, optar por las constructivas que dicen por ahí que si no tienes nada bueno que decir, es mejor no decir nada. Prefiera dejar de ser la muestra viviente de que el hombre puede vivir sin cerebro y rebusque una forma de decir las cosas correctamente.

El hecho de tener un puesto o un nivel mayor a otros, le da autoridad para la toma de decisiones pero, no por eso, le da derecho a tratar a sus inferiores como esclavos o faltarles el respeto. Si exige respeto y que realmente lo tomen en serio como un líder, pues, respete a los demás que también se merecen el respeto.

Evite ser usted el ogro de su organización, y si siente que lo es, pues poco a poco, poniendo de su parte, se pueden ir mejorando esas actitudes, porque quién vio “Shrek” sabe que el ogro también puede ser un príncipe azul.

Isanaris Rivas / @Isanaris

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