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La insubordinación del general de la Guardia Nacional, Luis Arrayago, comandante de la Policía del estado Monagas, contra el gobernador José Gregorio Briceño, es sumamente peligroso para el funcionamiento de las Instituciones Democráticas del País. Aceptarlo calladamente, sería aceptar el desconocimiento del Poder Civil nombrado por el pueblo en elecciones libres y soberanas.
Esta situación, necesariamente tiene que ser abordado por la Mesa de la Unidad Democrática sin mezquindades políticas, no podemos ponernos unas gríngolas para no ver y entender la gravedad de la situación planteada por este general al desconocer la autoridad legitima que tiene el gato sobre la policía del estado Monagas, cuando fue electo gobernador por los monaguenses.
Esto me hace regresar a lo que ocurrió el año 74 en una provincia de Argentina llamada Córdova, donde un general comandante de policía hizo lo mismo y desconoció la autoridad del gobernador civil que había sido electo por los votos del pueblo en comicios libre, pero lo mas grave fue que el presidente Juan Domingo Perón, como buen militar apoyó el golpe contra este gobernador y nombró un interino que luego fue ratificado por el Congreso Nacional de ese país. Luego que murió Perón, su esposa asumió como presidenta, pero ese golpe seco en Córdova, fue el que prendió la mecha que terminó con el gobierno constitucional de Isabel Perón en Argentina en el año 76.
Ahora bien, volvamos a Monagas, reza un viejo dicho que, quien nombra funcionarios quita funcionarios y eso fue lo que lo intentó hacer el gobernador Briceño al pedirle la renuncia del cargo al general de la Guardia Nacional, Luis Arrayago. Esto pudiera compararse como si el presidente Hugo Chávez, le pidiera la renuncia al Ministro de la Defensa o a cualquier otro jefe de Fuerza y se negaran a acatar.
En vista que el general se negó a renunciar y se declaró en desobediencia contra la institucionalidad del Estado Monagas, el Gobernador Briceño emitió un decreto destituyéndole como comandante de Polimonagas, pero el militar se negó a catar, aduciendo que recibía órdenes del Ministro del Interior y Justicias, que a su vez debe estar apoyado por el presidente de la república.
Este general al desconocer la autoridad civil electa por el pueblo monaguense y predicar que solo recibe ordenes del ministro de Interior y Justicia, se puso al margen de la Constitución Nacional y tiene que ser enjuiciado. Ahora bien, si el ministro Tareck quiere la policía, lo que debe hacer es intervenirla, pero eso si, debe soportar claramente por que la interviene, y no promover la desobediencia institucional que es muy peligrosa para el funcionamiento del sistema democrático. Esa especie de “cuartelazo” que hubo contra el gobernador Briceño, nos lleva a preguntar, Cuántos Votos sacó el general Luis Arrayago para ser comandante de Polimonagas y pretender adueñarse de ella.
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Pero eso no es todo, Chávez dijo el sábado 22 que el gato era un traidor y que sería convertido en polvo cósmico, inmediatamente el domingo 23 un pelotón de guardias nacionales y de policías del estado tomaron la planta del bajo Guarapiche y el miércoles 25 hombres armados asaltaron la sede de Protección Civil del estado
Aunque estoy seguro que mas de uno cuando lean este articulo dirán que ya me volví gatero, pero el pueblo de Monagas, especialmente el de Maturín, conoce perfectamente que mi posición sobre la gestión de gobierno del gato ha sido critica, inclusive desde que ejerció la Alcaldía del municipio Cedeño, pero como monaguense y demócrata practicante, no puedo aceptar que la fuerza militar desconozca el poder civil legítimamente electo en comicios libres y secretos.
Por Gerónimo Figueroa Figuera / @lodicetodo