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En esta semana se cumplirán 201 años de la Batalla de la Victoria y la gesta que protagonizó la juventud venezolana al lado del valiente comandante José Feliz Ribas. Aquel día los muchachos de esta tierra se enfrentaron a una fuerza despiadada, que lucía superior técnica y numéricamente y no obstante con gallardía consiguieron el triunfo.
Hoy tenemos que recordar esa gesta y estamos obligados a emularla con la aguerrida posición que han adoptado los jóvenes de este presente; desde las universidades, casas de las luces del saber, ha despertado la enérgica fuerza de voluntad de una juventud que desea futuro con libertad.
Así como ayer los estudiantes de los colegios y seminarios de Caracas salieron en búsqueda de un sueño de independencia, en este momento existe un ímpetu cada vez más creciente entre los alumnos de nuestras casas de estudio superiores para salir a la calle a manifestar democrática y pacíficamente en contra de un sistema de gobierno que ha condenado al pueblo a vivir en la miseria.
Los invito a recordar las palabras de José Felix Ribas antes de aquella histórica batalla:
“Soldados: Lo que tanto hemos deseado realizar hoy: he ahí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostrarles vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!”
Qué oportuno es rememorar la frase de nuestros libertadores, por muy grande o poderoso que luzca el rival que ostenta las banderas de la opresión siempre será minúscula su fuerza y represión ante la decisión irrevocable de un pueblo de ser libres.
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Ese espíritu de valentía que cobijó a los muchachos aquel 12 de febrero de 1814, es el mismo que palpitó en el pecho en las muchachadas de la generación del 28 y 36 quienes fueron artífices de la materialización de la democracia en el país.
Aplaudo y siempre acompaño la energía abrumadora e impetuosa de la juventud que sueña por un mañana de calidad y progreso para todos; Esos jóvenes son la sabia que le dan vida y esperanza a nuestra amada Venezuela.
Ningún régimen, desde los tiempos de la Corona Española, ha podido doblegar el arrojo valeroso de los estudiantes universitarios, quienes ya hemos pasado aquellos años mozos nos sentimos orgullosos de ver a nuestras nuevas generaciones dando un paso adelante por el país, por la sociedad, por el porvenir de cada uno de los venezolanos.
Así como nuestro himno nacional dice ¡Gloria al Bravo Pueblo! Para este 12 de febrero debemos decir, todos al unísono, Gloria a la Brava Juventud, esa que no se doblega, esa que siempre sigue soñando, esa que bajo los arrebatos de emoción reivindicadora es creadora y fundadora de caminos y de ilusiones nacionales.
Y desde aquí le dedico estas líneas sobre todo a esos estudiantes que se encuentran detenidos injusta e ilegalmente en los calabozos de la policía política del régimen, a esos jóvenes que son torturados en “La Tumba”, celda de castigo del Sebin, porque ellos son ejemplo de entrega y amor por el país.
¡Dios, ni el pueblo, los abandonará muchachos… Adelante!
Por Antonio Barreto Sira