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¡Claro que sí!, se le tiene que sacar la tarjeta roja, se lo merecen.
No estamos hablando del recién iniciado Mundial de Brasil 2014 sino de las pésimas medidas económicas que ha adelantado el gobierno de Nicolás Maduro en estos meses, además del «legado» que recibió de su antecesor.
Al Gobierno nacional se le tiene que sacar la tarjeta roja del hambre, de la escasez, del desempleo, de la inseguridad, porque han sido muchos los desmanes que han protagonizado a lo largo de los últimos años.
Los venezolanos hemos sido víctimas de los foul de los jugadores del régimen, mediante un juego sucio y agresivo los llamados maduristas han derribado una y otra vez al pueblo de Venezuela con sus atrocidades.
Nicolás y compañía se merecen su tarjeta roja porque son los responsables de las necesidades que agobian a todo este pueblo que sufridamente sobrevive a duras penas mediante grandes sacrificios.
Zancadillas económicas, manos en el área administrativa, patadas sociales, son parte de las prácticas comunes dentro del Gobierno pesuvista y son las características que siempre han ensalzado a los sistemas comunistoides como el que existe en nuestra amada Venezuela.
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Hoy en el marco de la denominada fiesta del fútbol desde Miraflores pretenden adormecer al pueblo para seguir cometiendo sus “foul” económicos y sociales, para continuar con su afán de destrucción minimizando el poder adquisitivo del venezolano.
Es el hambre la acción más vil de los que se encuentran en el alto poder político rojo, rojito; es la escasez la peor arremetida de los inquilinos de Miraflores en contra de la población nacional sobre todo de aquellos que menos tienen.
Por estas razones es el pueblo, desde los sectores populares hasta las urbanizaciones de clase media, quien le sacará al régimen la tarjeta roja.
Más temprano que tarde los venezolanos cobraremos el penalti que nos deben y mediante salidas constitucionales le marcaremos un gol de dignidad en contra de la desidia que les ha identificado siempre.
Los venezolanos no estamos anestesiados con la fiebre mundialista, porque cada vez que salimos a comprar alimentos no encontramos nada y lo poco que se vende en los anaqueles está por las nubes.
Si el gobierno madurista está jugando al cansancio y al aletargamiento colectivo al son del grito de “gol”, están muy equivocados porque los venezolanos estamos más pendientes que nunca de la grave escasez de productos y de los elevados costos que reinan en la nación.
Pensaron que el Carnaval adormecería las protestas y no fue así, rogaron que la pasada Semana Santa terminara con el malestar del pueblo y tampoco, ahora creen que el Mundial de Brasil cesará por obra y gracia el hambre de los millones de estómagos mal alimentados de nuestra sociedad y nuevamente se quedaran con las ganas.
La colectividad nacional ya no come cuento, lo que quiere es comer comida y hacerlo como Dios manda, ya estamos cansados de comer lo que se encuentra, es hora de modificar el sistema público gobernante de raíz y parir desde las mismísimas extrañas de la venezolanidad otra nueva realidad, no obstante esto se logrará con la participación de toda la ciudadanía en el campo de juego de la decencia nacional.
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A lo largo de todos estos años han tenido el árbitro a su favor, las reglas la han puesto ustedes, han atacado vil mente a los jugadores democráticos y a los fanáticos de la democracia, no obstante están llegando al llegadero, el pueblo se arma de valor para pedirles cuentas por tantas tarjetas rojas que se han merecido a lo largo de estos 15 años de gobierno.
Por Antonio Barreto Sira