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Después del reventón del primer pozo petrolero comenzó la explotación a gran escala del petróleo en nuestro suelo, detectándose así muchas zonas productoras de este importante hidrocarburo.
Monagas es uno de los estados de Venezuela más ricos en petróleo. Allí adquirieron mucha importancia pueblos tales como Punta de Mata, Jusepín, Quiriquire y Caripito, este último considerado por muchos años como la mayor refinería del país debido al puerto ubicado en el río San Juan de donde partían grandes tanqueros.
Varias rutas nos llevan hasta allá. En la vía hacia Maturín por el kilómetro 52, vemos El Tejero, Santa Bárbara y muchos otros lugares. Antes de llegar a El Furrial nos desviamos a Jusepín. Al llegar a Caripito, capital del hoy Municipio Bolívar, nos recibe el monumento del Nazareno cargando su cruz, construido en 2.006 por el artista popular David Martínez para resaltar las festividades religiosas de Semana Santa que allí se realizan en vivo.
Caripito fue fundado por frailes capuchinos a orillas del río Caripe en su confluencia del río San Juan, por lo tanto es un suelo muy fértil donde se cultivan muchas especies vegetales. Su nombre se considera como un diminutivo de Caripe aunque también está asociado a la voz Caribe Karipitur.
En 1929 la Standard Oil Company construyó el pueblo petrolero y en Octubre de 1930 el tanquero Creole Bueno salió de ese puerto con 20 mil barriles de petróleo procedente de Quiriquire.
Grandes tanqueros petroleros que venían del Golfo de Paria navegaban por el río San Juan y llegaban al Terminal de Embarque en Caripito. Desde allí se despachaba una octava parte de la producción total de Venezuela para ese entonces.
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Hoy en día existe un gran contraste entre los vestigios del otrora campo petrolero con sus calles muy bien trazadas, casas limpias y bien pintadas, su césped muy bien cuidado, con todos los servicios funcionando, mucho auge económico, y la anarquía reinante característica de la revolución del Siglo XXI. Lamentablemente se ven calles mal olientes, plenas de basura, buhoneros regados por doquier que reflejan la precaria economía. Además la ciudad no escapa de los apagones, de la falta de agua y la delincuencia que azota a todo el país.
Sin embargo, en el sector los Morros, aún se puede disfrutar de la Poza de Azufre, un balneario donde existen unas piscinas con aguas provenientes de un manantial subterráneo plenas de azufre y cobre. Al menos este lugar tuvo un cambio de paisajismo muy agradable. Hay varias churuatas, puentes, caminerías, sitios para comer. Se paga una pequeña cantidad por persona, para entrar, y se puede disfrutar el día entero en un ambiente muy saludable.
A Caripito también se puede llegar viajando desde Casanay, pasando por Tunapuy en el Estado Sucre. Vale la pena el viaje porque se disfruta mucho de la naturaleza y se pueden conseguir hortalizas y frutas fresquecitas.
Por: Gliceria Gil