"Como el Caballo de Atila" Por @ismaelprogreso - Lea Noticias

«Como el Caballo de Atila» Por @ismaelprogreso

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Sí algo ha hecho este gobierno en los últimos catorce años, es expropiar empresas productivas a nivel nacional, para convertirlas en monumentos a la desidia o peor aún, en focos de corrupción, trayendo como consecuencia la destrucción del aparato productivo y por ende, el gran desabastecimiento y escasez que enfrentamos hoy los venezolanos, debido a que por estas medidas económicas impropias y populistas, el ochenta por ciento de lo que consumimos viene de afuera.

Más de Cuatro Millones de hectáreas productivas en Venezuela fueron expropiadas y cerraron sus puertas. El eje industrial más importante del país, que va desde Guarenas en el centro del país y que atraviesa el Distrito Capital y los estados Miranda, Aragua y Carabobo, han cerrado más de Seis Mil Setecientas industrias, trayendo como consecuencia la pérdida de decenas de miles de empleos de calidad, y han sido expropiadas más de Novecientas empresas con argumentos amañados y pases de facturas políticas y económicas.
Muchos recordarán Cementos Mexicanos (Cemex), Lácteos Los Andes (Enlandes), Soldaduras y Tuberías de Oriente (Soltuca), Planta Batala Juncal (antigua Helvesa), PDV Comunal (Vengas-Tropigas), Exquisiteses de Atún (Fextun), Fertilizantes Nitrogenados ( Fertinitro), Perforaciones Albornoz (Perfoalca), Agroisleña, Consorcio MCT ( Maprinca, Caffidi y Teivi), Aceites Diana, Café Fama de América, Invepal, las filiales de Supermercados Exito y Cada, Conferry y otras como Sidor y. Sin embargo, la nacionalización de estas empresas no ha garantizado mejoría en su funcionamiento, y mucho menos, la excelencia ofrecida, porque este gobierno es como el Caballo de Atila, que donde pisaba la hierba no crecía, y justamente, donde este gobierno mete la mano quiebra y destruye todo. Es de hacer notar que la mayoría de las empresas expropiadas por el gobierno, hoy producen menos que antes de ser expropiadas, no son autosustentables, requieren subsidio constante de “Papá Gobierno”, y lo peor aún, no cuentan con suficientes ingresos para pagar la nómina, situación por la cual el Estado para no dar su brazo a torcer, tiene que echárselas al lomo y se convierten en una carga, todo por mantener un modelo anacrónico y absolutamente fracasado en cualquier sociedad del mundo donde han tratado de implementarlo.

Según un estudio realizado por el IESA, la mayoría de empresas que fueron adquiridas de manera forzosa por el gobierno, como es el caso de Invepal y el caso de Fama de América, otrora empresa orgullo de los venezolanos, no han logrado operar ni siquiera en un doce por ciento, y por ello vemos la escasez del café que supera el sesenta por ciento y tenemos que traerlo de afueran y así pasa con todas las empresas tomadas a la fuerza por este gobierno oportunista, populista, corrupto y hambreador .

Aquí lo que ha pasado es que el gobierno ha querido ser el dueño de todo. Es decir, pagarse y darse el vuelto, pero nada más errado porque el gobierno debe ocuparse de resolver problemas esenciales para los venezolanos, como es el tema de la inseguridad, de la salud, de la educación, de la vivienda, del desempleo, de la inflación, de la escasez, y de ejecutar políticas sociales para mejorar la calidad de vida de la gente, luchar con fuerza en el tema de la corrupción, principal flagelo de toda esta tragedia histórica que estamos viviendo, y no querer ser dueño desde empresas productivas como las que expropiaron y fracasaron, hasta las areperas socialistas, La Ruta del Cacao, los Gallineros verticales y de cuanto invento se les ocurre.

Hasta ahora los modelos que han sido exitosos en las sociedades democráticas modernas, es donde el estado apoya y protege a los sectores productivos y generar confianza, pero que puede haber inversión no solo del Estado, sino el sector privado nacional e internacional.

Además de la destrucción del aparato productivo, las principales víctimas son los trabajadores de esas empresas que perdieron un empleo de calidad y garantías laborales y tienen que colocarse un trapo rojo y convertirse en activistas del partido de gobierno y depender de un sueldo mínimo y perder sus capacidades de reclamo y sus derechos como trabajadores. Tenemos que concluir que el gobierno como patrón ha fracasado y como productor del sector agrícola y pecuario y vemos con tristeza e indignación como empresas productivas  tanto de los principales rubros así como del mercado especializado, hoy son establecimientos en ruinas y quebrados.

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Mientras en Venezuela no exista un Estado de Derecho y un marco jurídico que de garantías suficientes para invertir, estaremos en un franco retroceso en el sector productivo. Es una aberración que la mayoría de los productos que consumimos los tengamos que traer de afuera, cuando tenemos las tierras más fértiles y personal capacitado para hacer de esta actividad una fuente enriquecedora de ingresos, pero es muy difícil hacer entender a un gobierno testarudo de esta realidad, porque definitivamente este gobierno es como el Caballo de Atila, que por donde pisaban, secaban la hierba. Aquí han secado  la productividad en nuestro país, y a cambio nos dan, escasez, desabastecimiento, desempleo, hambre, pobreza e incertidumbre. Ya basta!!!

Por Ismael García
Publicado en LaPatilla.com

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