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El 2014 toca ansiosamente a la puerta de nuestro destino, toca con pasión, con alegría, con expectativa, con un sentimiento que nos puede envolver en la necesidad de vivir nuevos momentos y de seguir en el camino de la existencia.
¿Podemos mirar atrás? Claro que sí, ¿por qué no?, estos últimos 365 días nos dejó a cada quien muchas enseñanzas, cada día vivido, es un día de más madurez, de más sensatez, de más experiencia, por ende, debemos mirarlo, sin embargo no podemos darnos el lujo de añorar lo de ayer, sino pensar en el mañana.
Los venezolanos hemos pasado por muchas situaciones a lo largo de los últimos tiempos, lo que nos ha permitido ser mejores ciudadanos y a comprender lo hermoso que era nuestra nación, con sus errores sí, pero con una armonía que hoy nos da dolor recordar embargados por las nostalgias.
El abrazo del 31 de diciembre es motivo de alegrías y tristezas, la efusividad de aquellos que miran el mañana rodeado de sus seres amados y la melancolía de aquellos que han perdido el calor de alguien que se extraña con militante fervor.
Así es la vida llena de sinsabores, de sensaciones tan dispares y humanas que le dan color a nuestro paso por este mundo. La necesidad de mirar hacia adelante debe ser una norma.
¿No se lograron todos tus sueños, todas tus metas, todas tus ilusiones? No te entristezcas y para bien el oído y escucha que tocan la puerta, es el año nuevo que viene cargado de nuestras oportunidades para ti y tus anhelos.
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Oye como suena, como llama desesperado, viene a nuestro encuentro viene a obsequiarnos ocasiones nuevas para ser cada día mejor, para trabajar por lo que deseamos y merecemos, para dar lo mejor de nosotros por nuestras familias, amigos y comunidad.
Este 2014 se nos presenta con rostro lozano, aunque es verdad que los pronósticos económicos y sociales no son para nada alentadores, también es cierto que juntos, en unidad, podemos salir de este atolladero y demostrar que no importa el tamaño del obstáculo sino que en hermandad somos capaces de doblegarlo y esté y a otros más grandes.
Se vienen momentos difíciles, aunque gracias al 2013 y a los años anteriores ya poseemos la experiencia y los conocimientos necesarios para salir al frente, al encuentro de las vicisitudes y dejarlos en el suelo, vencidos por nuestras ganas de vivir y de superarnos constantemente.
Sigue sonando la puerta, ¡sí! Ve abrirle al 2014, es él que viene cargado de presentes, de regalos, de demostraciones de que la Providencia siempre nos sonríe por más oscuro que se vea el camino.
Feliz Año nuevo para todos.
Hasta la próxima…
Simone Auguello / @Simone_Auguello