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Estos días son necesarios para la reflexión. Aunque año tras años se dice lo mismo y que los deseos entre los cristianos son repetitivos, esto no le resta importancia a la vital necesidad de que exista en el mundo, y sobre todo en Venezuela, un diálogo que nos lleve a la reconciliación.
En un mundo cada vez más violento, en unas sociedades cada vez más divididas en visiones políticas, económicas, sociales, religiosas y culturales es prácticamente una urgencia social la reconciliación de los pueblos para poder alcanzar el anhelo del reconocimiento y respeto mutuo.
En el caso venezolano esta reconciliación es más que un simple deseo, es realmente una emergencia colectiva, luego de años de un discurso violento de un «apartheid revolucionario», donde resaltan episodios como la Lista Tascón y epítetos como «escuálidos» y «majunches» es importantísimo que la reflexión navideña nos ayude a entender la necesaria unidad.
Cuando celebramos el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, debemos pensar en nuestro papel en el mundo, tenemos que comprender cuál es el rol que debemos jugar con nuestros prójimos. Por ende, estos días deben ser mucho más que festejo y regalos, tienen que convertirse en momentos de evaluación profunda y llana.
Los venezolanos debemos hacer los esfuerzos y sacrificios para la reconciliación, por parte del Gobierno, quien al serlo debiera dar el primer paso para ello, tiene el deber moral que mostrar gestos acorde con esta petición, por ejemplo: La liberación de los presos políticos y el retorno de competencias a alcaldes y gobernadores de la oposición.
Por su lado, la Mesa de la Unidad Democrática, tendría que dar el siguiente paso demostrativo de su buena voluntad permitiéndole al Gobierno el ejercicio de sus funciones en un 2014 que no tiene elecciones y que debería ser un año de trabajo y de soluciones a las gravísimas necesidades colectivas.
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La reconciliación es un remedio a la polarización política que tanto daño nos ha hecho a lo largo de estos años de sectarismos y errores de ambas partes, y además es un instrumento que nos permitiría con acciones hermanadas atacar los problemas sociales que cada día son más grandes en las comunidades populares criollas.
Venezuela está necesitada de conversación, de entendimiento, dejando atrás los insultos y menosprecios que de forma negativa ha caracterizado nuestra vida en los últimos 15 años.
Sin otro particular quiero desearle a todos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo, que la felicidad sea una norma en nuestras vidas y que el éxito nos acompañe día a día.
¡Hasta la próxima!
@simone_augello / Simone Augello