«La otra Venezuela» por @simone_augello

Venezuela siempre ha sido un país totalmente dominado por la política,  nuestra nación históricamente ha sido movida por las coyunturas y decisiones presidenciales, pero a pesar de toda la conflictividad que había movido a nuestra atiborrada patria esta se mantenía con una alegría producto de la elocuente conducta de jocosidad que mueve aún el espíritu nacional.

Las elecciones democráticas la impulsaba un aire de fiesta que rayaba en gracias carnestolendas, inclusive las polvorientas agitaciones del siglo XIX, más allá de la crueldad de la guerra civil y montoneras, traía inyectada un aditivo de dominante comicidad venezolana, pero desde que arribó Hugo Chávez al poder éste trastocó de manera lamentable, en lo que a este punto se refiere, esa visión de cordial convulsión que caracterizaba a los connacionales, y abrió las alamedas para una división política sin ningún antecedente en la historia, porque inclusive la Guerra Federal no se puede comparar con la fractura socio-política que creó el oficialismo socialista actual.

Hoy nosotros estamos sumergidos en una Venezuela violenta, en una Venezuela que no sólo es desgarrada por la agresividad social que están simbolizada en las frías cifras de los decesos por armas de fuego y blancas en cualquier fin de semana en las grande ciudades del país, sino que se ve  representada y viva en la actuación desmedida, ilegal, inmoral y soez de un gobierno que ha convertido la política en una guerra a muerte que no da tiempo, ni mucho menos espacio, al diálogo, el entendimiento o al centro político.

Pero mientras el candidato-presidente se obstina en imponernos una visión sectaria de la vida, mientras el autor de 14 años de desdicha se empeña en seguir sumergiendo a la nación en un pozo de enfrentamientos y de violencia política constante, por el otro lado existe un candidato joven y dinámico que nos ofrece una salida diferente, que nos habla de montarnos en el autobús del progreso y emprender el camino hacia un futuro mejor.

Hay un camino hacia la otra Venezuela, esa de reencuentro nacional y de trabajo constante. Sí hay un camino para una patria donde entremos sin ninguna discriminación y donde el espacio para bregar por la nación exista para todos por igual., y esa ruta la marca Henrique Capriles Radonski.

La otra nación, la otra forma de ser del venezolano late en nuestro pecho, es parte de esa reconciliación que necesitamos, es parte de esa decisión que debemos tomar este 7 de octubre, porque no sólo nos estamos jugando una elección sino la visión de futuro de un país. Sé que la mayoría del país quiere y anhela esa Venezuela de paz y de progreso que necesitamos, y estoy convencido que se logrará con la participación de todos en las próximas elecciones presidenciales. Buen día.

 

Por: Simone Augello / @simone_augello